Una tormenta dejó una precipitación de 18 centímetros (siete pulgadas) de agua en diversas zonas de California, donde causó inundaciones menores, aludes y cierres de carreteras, aunque los expertos del clima advirtieron que las verdaderas secuelas del mal tiempo aún no llegan.
Se prevé una precipitación adicional de ocho centímetros (tres pulgadas) de lluvia en toda la región para el miércoles 22 de diciembre en lugares ya saturados de agua, lo cual aumenta la posibilidad de deslaves e inundaciones repentinas, dijo Stuart Seto, del Servicio Meteorológico Nacional.
Las lluvias incesantes que azotaron California el fin de semana rebasaron los anteriores registros históricos y causaron numerosos accidentes de tránsito, derribaron árboles y obligaron la cancelación de algunas carreras hípicas, según reporta la agencia de noticias AP.
El Servicio Meteorológico dijo que la acumulación de agua podría alcanzar el miércoles 51 centímetros (20 pulgadas) en algunas zonas apartadas. Según los pronósticos, el miércoles pasará la primera fase de la tormenta y tras un breve receso se reactivará la noche de Navidad.
Las fuertes lluvias ya han provocado derrubios de piedras, algunos heridos y decenas de hogares dañados completa o parcialmente.