El presidente de Argentina Mauricio Macri, encabezó el festejo por el Bicentenario de la Declaración de la Independencia.
En su discurso lamentó haber recibido "un país y un Estado realmente castigado por la mentira y la corrupción", pero aseguró que ahora va "en la dirección de un futuro mejor".
Sus palabras fueron en la puerta de la Casa Histórica de Tucumán, donde el mandatario defendió "el camino" iniciado por su gobierno y envió mensajes a todos los sectores de la sociedad, entre los que se destacó una advertencia a los gremios.
En su alocución resaltó la "responsabilidad" que conlleva la independencia y remarcó: "No le podemos echar la culpa a nadie de lo que nos suceda”.
“Somos los dueños de nuestros destinos. Significa que alguien no venga a tomar las decisiones por nosotros, ni los problemas sean solucionados por otros. Somos nosotros los que tenemos que elegir nuestros proyectos, impulsarlos, defenderlos", explicó.
Tras participar del tedeum en la catedral tucumana y firmar un acta con gobernadores, instó a la población a "no tener miedo, a no escuchar a aquellos que se han enfermado con el poder".