En lugar de reducir la violencia, la guerra contra el narcotráfico en México ha ocasionado un dramático aumento en el número de asesinatos y torturas, según la organización Human Rights Watch.
En un abultado informe, la organización de defensa de los derechos humanos denunció un incremento en la cantidad de abusos cometidos por las fuerzas de seguridad mexicanas que luchan contra los traficantes de drogas.
Según el reporte, presentado por el director para las América de la organización, José Miguel Vivanco, miembros de las fuerzas gubernamentales habrían tomado parte en más de 170 casos de torturas, 39 desapariciones y 24 ejecuciones extrajudiciales.
Los hechos tuvieron lugar en estados donde son muy activos los narcotraficantes: Baja California, Nuevo León, Chihuahua, Guerrero y Tabasco, tres de ellos fronterizos con EE.UU.
El informe destacó que de 45 mil homicidios que se relacionan a la guerra contra las drogas desde que en 2006 el ejército se involucró directamente, la justicia mexicana sólo ha investigado menos de mil y hasta ahora sólo ha habido 22 condenas.
De acuerdo con Vivanco, en 15 años solamente se han dictado dos sentencias por violaciones de derechos humanos cometidas por la fuerza pública, y las investigaciones sobre este tipo de casos no llegan a 100.
Human Richts Watch recomendó una reforma del código de justicia militar en México para que las violaciones de derechos humanos que se comentan en perjuicio de civiles sean juzgadas por tribunales civiles.
La organización también pidió prohibir que se utilicen "pruebas obtenidas mediante tortura" debido a que ha habido casos en que personas fueron torturadas para que confesaran que trabajaban para carteles de la droga o para que dieran información sobre el crimen organizado.
La presidencia de México difundió un comunicado en el que señala que la principal amenaza para los derechos humanos en el país “son los criminales” y no la fuerza pública.
El gobierno mexicano sostiene que la mayor parte de las 45.000 muertes asociadas con el narcotráfico son resultado de la guerra entre carteles, y no de las operaciones militares contra los narcotraficantes.