Oposición venezolana llevará denuncia a CIDH

Manifestantes durante una protesta en Miami contra el cierre del consulado venezolano.

La Mesa de Unidad Democrática quiere que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se pronuncia sobre el cierre del consulado de Venezuela en Miami.
La oposición venezolana va a denunciar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el cierre por el gobierno de Venezuela de su consulado en Miami, por considerarlo un “crimen de lesa humanidad” que obstaculiza a miles de votantes ejercer su derecho al sufragio durante los comicios presidenciales de octubre próximo.

El presidente de la Comisión Electoral de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en Miami, Alexis Ortiz, dijo este jueves a la agencia de noticias EFE que los consulados son oficinas de servicios y, en su opinión, "no tiene ningún sentido que, de una manera caprichosa, el presidente (Hugo) Chávez los cierre".

El consulado daba servicio a los venezolanos residentes en los estados de Florida, Carolina del Norte y Georgia, donde figuran en los registros como votantes alrededor de 20 mil electores que para poder ejercer el sufragio tendrían que trasladarse a la ciudad de Nueva Orleans, a más de 1.300 kilómetros de Miami.

El presidente Hugo Chávez ordenó cerrar el consulado en enero pasado después de que Washington expulsó a la cónsul venezolana Livia Acosta Noguera, quien se vio involucrada en un presunto complot iraní para llevar a cabo atentados en EEUU, según reveló un documental de la cadena Univisión.

La MUD solicitó al Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano que de cara a los comicios del 7 de octubre abriera un colegio electoral en Miami, ya que el 80 por ciento de los electores inscritos en Florida residen en esa ciudad y de hecho constituyen el mayor centro de votación que hay fuera y dentro del país, pero la respuesta fue negativa.

José Colina, presidente de la organización Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio, dijo a EFE que para nadie es un secreto que Miami acoge a una gran cantidad de exiliados venezolanos perseguidos por el régimen y que desde allí continúan haciendo oposición.

Según Colina, la decisión de cerrar el consulado y no abrir un centro de votación demuestra la arbitrariedad del gobierno venezolano contra quienes “se han ido al extranjero y concretamente contra quienes se han manifestado públicamente en su contra".