A 10 días de haber asumido el gobierno, el presidente de Argentina, Javier Milei, se dirigió a la nación a través de una cadena nacional en la que anunció una serie de medidas incluidas en un decreto, que implica 366 reformas de ley que buscan desregular la economía del país.
Entre las medidas están la liberación de los contratos de alquiler, la simplificación del mercado de tarjetas de crédito y hasta hubo un giño para el magnate estadounidense Elon Musk, al liberar los servicios de internet satelital para facilitar la inversión de la empresa Starlink.
La economía argentina tiene una fuerte intervencionismo estatal y el gobierno de Milei busca promover las exportaciones y la inversión, y abrir la puerta a la privatización de las empresas públicas con el objetivo de enderezar la crisis de la segunda mayor economía de Sudamérica.
“Hoy es un día histórico para nuestro país, después de décadas de fracasos, empobrecimiento y anomias, hoy comenzamos el camino de la reconstrucción. Diseñamos un plan de estabilización de shock que comprende política fiscal y monetaria”, expresó Milei, justificando el ajuste económico que entró en marcha hace sólo una semana y que ya elevó los precios de productos básicos entre un 30 % y 50 %.
Acompañado de su Gabinete, el mandatario aseguró que las reformas impulsadas, que deben pasar por el Congreso en las próximas horas, son la base para la reconstrucción de la economía argentina, que actualmente debe lidiar con una inflación interanual de más del 140 % y un índice de pobreza que superó el 40 % este año.
Protestas en las calles
La cadena nacional de Javier Milei fue luego de una tarde de protestas en las que se puso a prueba un nuevo protocolo de seguridad que impide que los manifestantes corten el paso por vías principales. Aunque en las calles hubo una fuerte presencia de policías y militares, el plan del Gobierno se cumplió de forma parcial.
La manifestación fue liderada por representantes sindicales y los partidos de izquierda que exigieron al Ejecutivo escuchar las demandas sociales y advirtieron de las consecuencias del plan económico.
“Nos mintieron, dijeron que el ajuste era a la casta política y finalmente el ajuste fue para el pueblo”, expresó Rubén Sobrero, dirigente ferroviario, quien calificó como una provocación del Gobierno el dispositivo de seguridad y la advertencia de retirar los planes sociales a quienes participaran de la marcha.
“Tomamos la decisión de no permitir que nos arrebaten el derecho que tiene un pueblo, a manifestarse, a luchar, a peticionar frente a los gobiernos y a criticar sus políticas. Un Gobierno que no quiere estar sometido a la crítica de su pueblo es porque quiere gobernar para intereses minoritarios”, dijo Vanina Biasi, diputada nacional del Frente de Izquierda.
La protesta que llegó hasta la Plaza de Mayo se disipó en solo dos horas, pero tras la cadena nacional de Javier Milei, miles de personas se acercaron hasta el Congreso de la Nación, donde no hubo protocolo de seguridad que impidiera la manifestación.
Tanto sindicatos como líderes políticos presentes advirtieron que de continuar las acciones económicas sin un plan de contingencia para los más pobres, llamarán a un paro nacional y habrá más expresiones sociales en las calles.
Los anuncios
Milei, quien se define como "anarcocapitalista" —corriente dentro del liberalismo que aspira a la eliminación del Estado—, derogó entre otras la norma que impide la privatización de las empresas públicas, que había sido impulsada por los gobiernos populistas de las últimas dos décadas.
Al mismo tiempo, dispuso la transformación de todas las empresas del Estado en “sociedades anónimas” para su posterior privatización y dejó sin efecto la ley de alquileres “para que el mercado inmobiliario vuelva a funcionar sin problemas y que alquilar no sea una odisea”, según argumentó.
El mandatario anuló la ley de abastecimiento, una herramienta con la cual se sancionaba a las empresas que no garantizaban la provisión de productos en supermercados y comercios con el fin de especular.
En la misma dirección, derogó la ley de góndolas sobre la disposición de productos en supermercados “para que el Estado deje de meterse en las decisiones de los comerciantes argentinos”. También implementó la “política de cielos abiertos”, que habilita la competencia entre líneas aéreas.
En materia de salud, desreguló el mercado con la modificación del marco regulatorio de la medicina prepagada y las obras sociales.
Las reformas también apuntan al fútbol, el deporte más popular de Argentina: Milei quiere habilitar el ingreso de sociedades anónimas a los clubes, que son entidades civiles sin fines de lucro. Con ese fin, buscará modificar la ley de sociedades para que los clubes puedan optar por permitir el ingreso de capitales privados.
Milei ganó el balotaje del 19 de noviembre con el 56 % de los votos de argentinos hartos de la inflación galopante, la pobreza que afecta al 40% de los habitantes, la inseguridad y la corrupción. Si bien durante la campaña y al momento de asumir admitió que era inevitable un plan de ajuste fiscal para evitar una hiperinflación, ha comenzado a aflorar el descontento social por varias medidas.
[Con información de Associated Press]
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