La muerte del segundo niño guatemalteco este mes mientras estaba bajo custodia de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense, (CBP, por sus siglas en inglés), está generando una avalancha de críticas y emotivas reacciones dentro de Estados Unidos.
La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, emitió un comunicado al respecto en el que asegura que "esta tragedia, la muerte de un niño en custodia del gobierno es profundamente preocupante y devastador. En las últimas 24 horas, he dirigido una serie de acciones adicionales para cuidar aquellos que entran en nuestra custodia".
Nielsen explicó que en los últimos dos meses, la patrulla fronteriza ha detenido a 139.819 migrantes ilegales en la frontera sur, lo que representa un incremento de 86% en comparación al mismo periodo del año fiscal anterior.
Señaló que esta "cambiante" dinámica se debe, entre otras cosas, a "un sistema que recompensa a los padres que envían a sus hijos a cruzar la fronteras solos", "un proceso de asilo que no es capaz de rápidamente ayudar a aquellos que califican para un asilo" y "un sistema que alienta actores a malos personajes a entrenar a migrantes para hacer afirmaciones frívolas".
La secretaria del departamento indicó que esta crisis es exacerbada por el incremento de personas que busca entrar a los EE.UU. que sufren de enfermedades respiratorias o exhiben alguna otra enfermedad durante la detención. "Dada la locación remota de los sus cruces ilegales y la falta de recursos, es aún más difícil para nuestro personal para ser los primeros en responder".
Sobre la medidas que tomó, detalla que pidió al Centro del Control de Enfermedades una investigación por el "repunte" de niños enfermos que cruzan la frontera e identificar pasos adicionales. Igualmente, solicitó al Cuerpo Médico de la Guardia Costera proveer asistencia al servicio médico de CBP y hacer las recomendaciones apropiadas para mejoras. Además, pidió más personal médico al Departamento de Defensa.
Igualmente, Nielsen informó que conversó con funcionarios en México para solicitarles que comiencen investigar las causas de enfermedades de su lado de la frontera, además de ofrecer asistencia médica en los refugios, e indicó que visitará al final de esta semana para ver de primera mano la condiciones de la estación de la Patrulla Fronteriza.
La propia agencia federal ha ordenado la realización de chequeos médicos a los menores bajo su cuidado. Todos provienen junto a padres y parientes de países latinoamericanos y buscan asilo en Estados Unidos.
La agencia también trabajará para mejorar las opciones de custodia, como un mejor transporte a los Centros Residenciales Familiares y la liberación supervisada, así como trabajar con agencias no gubernamentales para la vivienda.
En la red social de Twitter políticos estadounidenses han mostrado dolor y repudio por la muerte del niño de 8 años, Felipe Gómez Alonzo, quien llegó a EE.UU. junto a su padre.
El anuncio del fallecimiento llegó el mismo día en el que fue sepultada en una aldea guatemalteca la niña de 7 años, Jakelin Caal, quien murió a inicios de diciembre en un hospital estadounidense. También estaba bajo custodia de las autoridades federales.
El senador demócrata, Martin Heinrich, de Nuevo México, escribió en Twitter: "Con el corazón roto y enfermo por esta noticia".
"Exijo urgentemente más detalles, pero la administración (del presidente Donald Trump) debe responsabilizarse por la muerte de este niño y todas las vidas que han puesto en peligro con su caos intencional y su desprecio por la vida humana", escribió Heinrich.
"Estoy descorazonada de enterarme de la muerte de un segundo niño bajo detención", escribió en Twitter la representante de la cámara baja por Nueva York, Nydia Velazquez.
El congresista demócrata Marc Veasey, de Texas, lamentó el trágico suceso: "Otro niño muere bajo la vigilancia de esta Administración. Una historia tan devastadora para escuchar el día de Navidad. Mi corazón está con la familia de este niño que perdió a su hijo", escribió Veasey.
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) calificó los hechos como una "tragedia espantosa".
"Se debe responsabilizar a CBP y que deje de tener a niños encarcelados", instó ACLU en Twitter. "El próximo Congreso debe poner entre los primeros puntos de su agenda la realización de una investigación sobre el Departamento de Seguridad Interna (DHS)", exigió la ONG en Twitter.
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La muerte del niño guatemalteco reportada el martes ocurre en momentos en que el gobierno está parcialmente paralizado debido a una disputa por el presupuesto que amenaza con continuar hasta el próximo año.
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