Corea del Norte desde los ojos de un YouTuber

  • AP

Jang Myung-jin se filma durante una demostración de las grabaciones para su canal de YouTube.

Aunque los medios suelen enfocarse en temas como el programa nuclear del norte o su jerarquía de poder interna, estos jóvenes YouTubers alimentan una demanda cada vez mayor de noticias más suaves relacionadas con la vida diaria en su antiguo país.

Con un sombrero fedora, Jang Myung-jin saluda “¡hola camaradas!” al iniciar su transmisión en YouTube. En sus videos habla de temas como, si los norcoreanos tienen perros como mascotas, qué tipo de groserías dicen y si hay transgéneros en el país.

Jang, de 32 años, forma parte de un grupo de refugiados norcoreanos en Corea del Sur que han lanzado canales de YouTube que ofrecen un raro vistazo a la vida cotidiana en Corea del Norte, uno de los países más reservados y represivos.

Aunque los medios suelen enfocarse en temas como el programa nuclear de Corea del Norte o su jerarquía de poder interna, estos "YouTubers" alimentan una demanda cada vez mayor de noticias más suaves relacionadas con la vida diaria en su antiguo país.

Surgen ante una mayor atención pública a ese país, cuyo joven líder, Kim Jong Un, ha generado encabezados a nivel mundial con sus provocadoras pruebas de armamento y su diplomacia nuclear con el presidente Donald Trump.

“Hay gente que ansía escenas reales que muestren cómo vive la gente en Corea del Norte. Hay un nicho de mercado para eso”, dijo Jeon Young-sun, un investigador en la Universidad Konkuk de Seúl. “La gente tiene curiosidad de saber qué cerveza beben los norcoreanos y qué galletas comen”.

Jang usa su teléfono Samsung para filmarse en su pequeño apartamento en Seúl y a veces invita a otros refugiados norcoreanos. Sus amigos también lo filman cuando sale. Suele aparecer con su sombrero fedora, pero, a veces, usa una peluca colorida, un bigote falso e incluso una máscara de Kim Jong Un.

Los videos en el canal de 2 años de Jang, lo muestran diciendo que los norcoreanos comunes suelen tener perros, puercos y gallinas, pero para comerlos o venderlos en el mercado. Agregó que decir que alguien es “un bebé de una joven esclava” es considerado una profanación en Corea del Norte y que la gente dice “¿deseas que tus costillas sean reorganizadas revolucionariamente?” cuando tratan de intimidar a alguien.

Jang, quien tiene unos 7.000 subscriptores en su canal, hace trabajo manual y entrega pollo frito para sobrevivir, porque sus ingresos por YouTube son demasiado bajos. Pero siente que vale la pena mantener su carrera en YouTube, porque algunos de sus subscriptores le han dejado mensajes diciendo que sus videos les han ayudado a acabar con ideas erróneas sobre Corea del Norte.

“Me animan y me hacen ser positivo. Son la razón por la que grabo videos de YouTube hoy y mañana”, dijo Jang, acariciando a su perro maltés.

Otros YouTubers norcoreanos hablan sobre por qué dejaron su país, y las experiencias que han tenido en Corea del Sur. Algunos también se graban poniéndose maquillaje estilo norcoreano o comiendo platillos del país.

La mayoría de los jóvenes YouTubers están a la moda, contrario a la idea de los refugiados norcoreanos como personas rudas y poco sofisticadas. Cerca de 32.000 norcoreanos han escapado al sur en las últimas dos décadas para evitar la pobreza o la represión política.

Kang Na-ra, quien escapó de Corea del Norte y aparece regularmente en canales de YouTube y dos programas de televisión es llamada “princesa Na-ra” por sus admiradores. La chica de 22 años con cabello largo y teñido de marrón dijo que tiene un club de fans de 200 integrantes que le ha enviado un pastel con una muñeca de Kang en su cumpleaños en los últimos tres años.

“Me gusta comunicarme con la gente publicando respuestas a los mensajes que ponen en mi canal”, dijo Kang. “Quiero que la gente conozca de la cultura norcoreana y mostrar más de cómo vivo en Corea del Sur”.

Sin embargo, los YouTubers tienen detractores que suelen expresar su enojo con ellos cuando Corea del Norte hace algo provocador como pruebas de armamento.

Kang dijo que se siente “un poco triste” cuando lee mensajes negativos como “regresa a tu país” y “por qué vive una roja aquí”.

Aunque se han hecho algunos programas de televisión en el sur con refugiados norcoreanos, algunos expertos dicen que no suelen representar en su totalidad las voces de los refugiados pues son dirigidos, filmados y editados por sudcoreanos.

“En YouTube, los desertores pueden decir lo que quieran sin filtros o ediciones ... pues diría que sus programas dan el contenido que los programas de televisión no pueden proporcionar”, dijo Lee Kwang Baek, el director sudcoreano de un canal de YouTube en Corea del Norte.

Se considera que sus programas de YouTube también ayudan a acabar con la desinformación sobre Corea del Norte en el sur. Jang dijo que un estudiante de secundaria le preguntó una vez si los norcoreanos comen tierra cuando tienen hambre, mientras que otro desertor convertido en YouTuber, Lee Pyung, dijo que le preguntaron si los norcoreanos pagan con papas en vez de dinero cuando toman un autobús.

El contenido más popular de los YouTubers son las historias sobre su peligroso escape a Corea del Sur.

La historia de Kang, publicada en el canal de otra persona en YouTube el año pasado, ha sido visto 1,7 millones de veces. Ella dijo que pensó que iba a morir cuando la arrastró el agua mientras cruzaba el río Tumen para ir a China antes de llegar a Corea del Sur en diciembre de 2014.

Kang dijo que escapó de su casa en Corea del Norte después de una pelea con su madrastra. Su madre biológica, quien ya había migrado a Corea del Sur, contrató a personas que la ayudaron a llegar dos semanas después.

Además de extrañar a su madre, Kang dijo que el deseo de usar jeans, teñirse el cabello y tener citas con hombres de Corea del Sur la impulsaron a hacer el peligroso viaje.