Corea del Norte destruyó este martes con una sonora explosión el inmueble que servía de embajada de facto intercoreana en su territorio, muy cerca de la frontera con Corea del Sur.
La prensa surcoreana reportó la ruidosa explosión y una columna de humo. Pocos minutos después, el Ministerio de Unificación de Seúl, que maneja las relaciones intercoreanas, confirmó la destrucción del edificio.
En Corea del Norte, los medios oficiales informaron que la instalación fue destruida por una “enorme explosión”.
La oficina de enlace estaba cerrada desde finales de enero por temor al coronavirus y aunque su destrucción es en gran parte simbólica, no deja de ser un duro golpe para la política de acercamiento entre las dos Coreas impulsada por el presidente del Sur, Moon Jae In.
Durante la semana pasada, funcionarios norcoreanos amenazaron repetidamente con destruir el edificio, al que llamaron una oficina “inservible”. La instalación fue establecida en 2018 como parte de una serie de acuerdos para mejorar la cooperación y el diálogo entre Seúl y Pyongyang.
El Norte anunció también que ha cortado todos los canales de comunicación gubernamental y militar con Seúl, y amenaza con abandonar los acuerdos de paz bilaterales alcanzados durante las cumbres entre el líder norcoreano, Kim Jong Un, y Moon en 2018.
Corea del Norte había expresado su insatisfacción porque el Sur no hace más para impedir que desertores y otros activistas lancen volantes contra el gobierno norcoreano a través de la frontera. Sin embargo, Pyongyang no ha tomado en serio lo esfuerzos de Seúl para frenar estas actividades.
También lea Coreas violaron armisticio en tiroteo en Zona Desmilitarizada a inicios de mayo“Esta es una provocación preparada en lugar de una simple respuestas a los volantes”, dijo Leif-Eric Easley, un profesor de la Universidad Ewha en Seúl. “El régimen de Kim está señalando también que Estados Unidos no se podrá dar el lujo de mantener olvidada a Corea del Norte durante el resto del año”.
Corea del Norte tiene un largo historial de aumentar las tensiones periódicamente para conseguir concesiones económicas y de otros tipos de Corea del Sur.
Actualmente, Pyongyang se siente frustrado de que Seúl no ha avanzado más para mejorar las relaciones intercoreanas.
Sin embargo, la implementación de los acuerdos alcanzados entre ambas Coreas se ha complicado por las sanciones internacionales impuestas al Norte debido a su programa nuclear y Estados Unidos se niega a aliviar esas sanciones si Pyongyang no accede a abandonar todo el programa nuclear.
El gobierno de Estados Unidos reaccionó a la destrucción de las instalaciones calificando la medida de "contraproducente".
"Estados Unidos apoya plenamente los esfuerzos de Corea del Sur para mantener una relación intercoreana e insta a Corea del Norte a abstenerse de realizar nuevas acciones contraproducentes", señaló un funcionario del Departamento de Estado en declaraciones recogidas por Reuters.