El gobierno de Estados Unidos condenó el jueves el uso continuo de la violencia por parte de los militares contra los manifestantes pacíficos en Myanmar y prometió que habrá más sanciones de las que ya ha impuesto al gobierno militar.
“Continuaremos trabajando con la comunidad internacional para tomar medidas significativas contra los responsables. Habrá una acción adicional por parte de Estados Unidos”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en conferencia de prensa.
Price recalcó, como viene sucediendo desde el 1 de febrero en que la junta militar dio el golpe de Estado, que esta acción “es inaceptable" y aseguró que "Estados Unidos seguirá respondiendo en conjunto con nuestros socios y aliados en todo el mundo”.
También lea Líderes del sudeste asiático abogan por retorno a la democracia en MyanmarEl miércoles la enviada especial de la ONU confirmó que 38 personas murieron al recibir disparos en la ciudad de Mandalay.
Hoy jueves, el Departamento de Estado hizo un llamado a los militares para liberar a los periodistas que han sido detenidos en cumplimiento de su misión de informar. “Hacemos un llamado a los militares para que liberen de inmediato a estas personas y cesen la intimidación y el acoso de los medios de comunicación y otras personas que están injustamente detenidas por no hacer nada más que su trabajo, por hacer nada más que ejercer sus derechos universales”.
A la pregunta de un periodista sobre si el secretario de Estado, Antony Blinken, o el presidente Joe Biden han sostenido conversaciones con Beijing, Price respondió que “China debe ser un actor constructivo y responsable en lo que respecta al golpe militar en Birmania [Myanmar]”.
El portavoz de la diplomacia estadounidense agregó que hace varias semanas, después de las declaraciones de la ONU condenando los hechos en Myanmar, ya apuntó que a Washington le gustaría “ver actores y partes responsables en todo el mundo, incluidos los chinos, continuar condenando esto”.
Continúan las protestas
El jueves continuaron las protestas en todo el país, después de lo que se conoce como el día más sangriento desde que los militares derrocaron al gobierno de facto dirigido por Aung San Suu Kyi y otros altos funcionarios de su partido Liga Nacional para la Democracia (NLD).
Según los informes, varias personas resultaron heridas, entre ellas el reportero Htet Aung Khant del Servicio Birmano de la Voz de América, que fue alcanzado por balas de goma bajo el brazo mientras cubría las protestas.
En un comunicado el jueves, la VOA denunció la violencia mortal en Mandalay que también dejó a profesionales de la comunicación heridos.
“La democracia depende de una prensa libre y un flujo libre de información”, dijo la directora interina de la VOA, Yolanda López. “Estos incidentes subrayan, una vez más, las amenazas que enfrentan los periodistas a diario en todo el mundo. La VOA condena estos y otros ataques que ponen en riesgo la vida de nuestros valientes periodistas y socavan la libertad de prensa”.
Detención de menores
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, condenó los asesinatos y lesiones de niños en la escalada de violencia el jueves, y dijo en un comunicado que, según informes, al menos cinco niños habían muerto y al menos otros cuatro habían resultado gravemente heridos hasta el miércoles.
UNICEF también dijo que muchos niños habían sido "expuestos a daños" por gases lacrimógenos y granadas paralizantes, y que más de 500 niños habían sido "detenidos arbitrariamente", muchos de ellos sin la capacidad de comunicarse, en violación de sus derechos humanos.
Protestan diplomáticos birmanos en Washington
Cinco miembros del personal de la embajada de Myanmar en Washington dijeron el jueves que se han unido a un movimiento contra el Gobierno militar. En una declaración conjunta en Facebook, el personal de la embajada dijo que colaboraría con los involucrados en lo que describen como un movimiento antigubernamental no violento.
Los empleados son Zin Phone Tint, Thet Htar Mya Yee San, Kyu Kyu Myint, Kyaw Swar Tun y Su Su Aung.
Los miembros del personal dijeron que estaban "profundamente entristecidos" por el golpe y la dura represión contra los manifestantes golpistas y pidieron un retorno a un gobierno civil respetando los resultados de las elecciones de noviembre de 2020.