El presidente Barack Obama presentó un plan energético enfocado en reducir la dependencia de EE.UU. del petróleo extranjero y en cómo lidiar con el alto precio de la gasolina, durante su visita al sur de Florida, un estado altamente codiciado por demócratas y republicanos de cara a las elecciones de noviembre próximo.
Cuando en las gasolineras del país los estadounidenses están pagando como promedio al menos $3.60 dólares el galón, y algunos prevén que para el verano los precios se disparen por encima de los $4 dólares, Obama ridiculizó las propuestas de sus oponentes republicanos para hacer frente al alza del petróleo.
Refiriéndose a ellas, el presidente dijo que están desempolvando viejos planes para que la gasolina valga “dos dólares”, y se burló de que para los republicanos el asunto se resuelva sólo en tres fases: “el primer paso es perforar, el segundo paso es perforar, y el tercer paso es seguir perforando".
Hablando en la Universidad de Miami el jueves 23 de febrero, cuando sólo restan menos de nueves meses para los comicios presidenciales, Obama abogó como estrategia a largo plazo por recurrir a otras fuentes de energía y desarrollar a la vez nuevas tecnologías para reducir el consumo de combustibles.
En un estado con una tasa de desempleo superior al promedio nacional (8,3 por ciento) y donde el precio de la gasolina figura entre los más altos del país, el presidente comparó el alza del combustible como "un impuesto que sale directamente de los salarios" de los estadounidenses.
También destacó el hecho de que Miami se convirtió en 2008 en la primera de las grandes ciudades del país en la que el ayuntamiento se nutre por entero de energía renovable y solar. “Justamente aquí, en esta universidad, vuestro trabajo está ayudando a las industrias a ahorrar millones de dólares en energía haciéndolas más eficientes”, dijo.
De cara a las elecciones de noviembre, el presidente está dando gran importancia a los llamados estados “swing” (péndulo), que por no ser mayoritariamente de un partido o de otro, nadie puede predecir por qué candidato a la Casa Blanca votarán, y Florida, con los 29 votos electorales que confiere, es un premio mayor
Los demócratas saben que durante décadas ninguno de sus oponentes republicanos pudo hacerse de la presidencia sin triunfar en Florida, y esa es una razón de peso para que Obama no pierda de vista a los votantes del estado, que ya ha visitado dos veces este año, y en total 14 ocasiones desde que asumió la presidencia en enero de 2009.
Como demostración adicional de la importancia que la Casa Blanca da a los floridanos, donde los votantes hispanos son decisivos, la primera dama Michelle Obama estuvo a fines de enero en un supermercado latino en Tampa para promover hábitos saludables de alimentación, y también visitó las ciudades de Sarasota y Palm Beach.
A principios de febrero el vicepresidente Joe Biden viajó a Tallahassee, la capital de Florida, a fin de promover los planes de la Casa Blanca para mejorar el acceso a las universidades de los jóvenes, cuyo voto fue clave para el triunfo de Obama en las elecciones del 2008.