El presidente Barack Obama se centrará en los fondos para la infraestructura durante toda esta semana, intentando presionar al Congreso para que los extiendan antes de que expiren a finales del verano.
El fondo para inversiones en estructura contemplado en el presupuesto de la nación se ha ido agotando rápidamente, pues depende de los impuestos a la gasolina. Sin embargo, con los autos más eficientes, el consumo de gasolina en Estados Unidos ha disminuido y con ellos los impuestos.
Este lunes, Obama dará a conocer un nuevo informe del Consejo de Asesores Económicos y el Consejo Económico Nacional sobre los beneficios económicos generales de los proyectos de carreteras y puentes. El martes, pronunciará un discurso en el Centro de Investigación de Carreteras Turner-Fairbank en McLean, Virginia, también sobre la financiación de carreteras.
"Las condiciones en el sector de las infraestructuras ya están listas para la innovación, con nuevas tecnologías y enfoques que prometen avances significativos en la productividad, la eficiencia y la capacidad de recuperación", dijo la Casa Blanca.
El jueves viajará a Delaware, donde hablará de la necesidad de invertir en las infraestructuras y donde anunciará una iniciativa para aumentar las inversiones del sector privado.
"El Presidente también ha estado presionando al Congreso a que actúe para evitar la suspensión de la financiación del Fondo Fiduciario para Autopistas, que será insolvente ya en agosto, poniendo numerosos proyectos activos en riesgo", dijo un funcionario de la Casa Blanca.
"Esta semana el Congreso considerará una solución para evitar ese escenario, y el presidente seguirá instando a los legisladores republicanos a que no bloqueen su iniciativa", añadió.