El presidente Barack Obama anuncia que ha ordenado suspender la moratoria que impedía trasladar prisioneros de esa base militar a ese país.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo este jueves que había dado la orden de levantar la moratoria que impedía transferir a Yemen detenidos que llevan años en la base militar de Guantánamo y que será revisado “caso por caso”.
Obama instó al Congreso a levantar las restricciones que pesan sobre el resto de los traslados de prisioneros que se hallan en el centro de detención de la base, conocido como GITMO, y dijo que va a nombrar a un nuevo enviado especial para conseguir que los detenidos sean transferidos a terceros países.
En un discurso sobre la estrategia antiterrorista de su gobierno, pronunciado en la Universidad Nacional de Defensa, en Washington DC, el presidente señaló que EE.UU. llevará ante la justicia a los terroristas cuando sea apropiado “en nuestros tribunales y en nuestro sistema de justicia militar".
Pero indicó que la notoria excepción de esa regla ha sido esa cárcel y que la premisa original para abrir el centro de detención fue hallada inconstitucional hace cinco años. “Mientras tanto –agregó– GITMO se ha convertido en un símbolo alrededor del mundo de un EE.UU. que desdeña la ley”.
Obama añadió que como presidente ha tratado de cerrar GITMO (que fue una de sus promesas de campaña) y transfirió a 67 detenidos a otros países antes de que el Congreso impusiera restricciones incluso para traerlos a EE.UU. “Esa restricciones no tienen sentido”, subrayó.
También puso de relieve que en tiempos de recortes presupuestarios, EE.UU. gasta $150 millones anualmente para mantener a los 166 prisioneros que hay allí, y el Pentágono estima que habrá que invertir $200 millones más para poder mantener abierto el centro.
Refiriéndose a la huelga de hambre que desde hace tres meses llevan a cabo prisioneros en la base y a la que se han sumado un centenar de ellos, el presidente dijo que retener a personas que no han sido acusadas de un delito no es una actitud propia de EE.UU., tal y como lo concibieron los padres fundadores de la nación.
Obama instó al Congreso a levantar las restricciones que pesan sobre el resto de los traslados de prisioneros que se hallan en el centro de detención de la base, conocido como GITMO, y dijo que va a nombrar a un nuevo enviado especial para conseguir que los detenidos sean transferidos a terceros países.
En un discurso sobre la estrategia antiterrorista de su gobierno, pronunciado en la Universidad Nacional de Defensa, en Washington DC, el presidente señaló que EE.UU. llevará ante la justicia a los terroristas cuando sea apropiado “en nuestros tribunales y en nuestro sistema de justicia militar".
Pero indicó que la notoria excepción de esa regla ha sido esa cárcel y que la premisa original para abrir el centro de detención fue hallada inconstitucional hace cinco años. “Mientras tanto –agregó– GITMO se ha convertido en un símbolo alrededor del mundo de un EE.UU. que desdeña la ley”.
Obama añadió que como presidente ha tratado de cerrar GITMO (que fue una de sus promesas de campaña) y transfirió a 67 detenidos a otros países antes de que el Congreso impusiera restricciones incluso para traerlos a EE.UU. “Esa restricciones no tienen sentido”, subrayó.
También puso de relieve que en tiempos de recortes presupuestarios, EE.UU. gasta $150 millones anualmente para mantener a los 166 prisioneros que hay allí, y el Pentágono estima que habrá que invertir $200 millones más para poder mantener abierto el centro.
Refiriéndose a la huelga de hambre que desde hace tres meses llevan a cabo prisioneros en la base y a la que se han sumado un centenar de ellos, el presidente dijo que retener a personas que no han sido acusadas de un delito no es una actitud propia de EE.UU., tal y como lo concibieron los padres fundadores de la nación.