Océanos de plástico en el mundo

Marcus Eriksen se encuentra en medio de los océanos documentando los efectos del plástico en la alimentación de los animales marinos y finalmente en los seres humanos.

Los plásticos que terminan el océano están cambiando la cadena natural de las especies marinas convirtiendo el océano en un gigantesco vertedero.

A lo largo del último medio siglo, una porción cada vez mayor de lo que comemos, bebemos o utilizamos viene en envases de plástico.

Todos los años desechamos miles de millones de bolsas de plástico y botellas y gran parte de esta basura termina contaminando el medio ambiente o, cada vez más, siendo arrastrados hacia el mar.

Muchos científicos han documentado el creciente volumen de basura de plástico que flotan en los océanos. Ahora, una joven pareja intenta hacer su parte para resolver el problema.

Marcus Eriksen no es realmente un pescador tradicional. Su anzuelo se dedica a capturar basura de plástico en el medio del Océano Atlántico, a miles de kilómetros de la tierra más próxima.

Eriksen se encuentra en una expedición mundial para documentar y dar a conocer la creciente acumulación de basura de plástico en nuestros océanos y para estudiar sus efectos sobre la vida marina y humana.

"Estos son los cinco giros subtropicales del mundo donde la mayoría de los plásticos en el mundo se acumulan", dijo.

"El giro está formado por las corrientes oceánicas que se acoplan con el giro de rotación de la Tierra. Y lo que pasa es que usted tiene, efectivamente, un torbellino masivo, un sistema de grandes vueltas, donde los desechos se pueden acumular", dijo Anna Cummins, quien junto con su marido, Marcus Eriksen, es co-fundadora del Instituto de Cinco Giros, una organización sin fines de lucro con sede en California que promueve la investigación sobre la contaminación de plástico en los océanos.

Cummins explica que el plástico se convierte en un problema marino ya que “están diseñados para durar para siempre. Ellos no se descomponen, no pueden ser digeridos por los organismos marinos y persisten en el océano miles de años."

En sus viajes por los mares del mundo, Eriksen y Cummins utilizan una red de malla fina que los desechos a 20 centímetros dentro de la superficie del agua. Cientos de muestras de los restos que han recogido están siendo analizados en un laboratorio de California.

"El plástico por ahí no es una isla de basura condensada", dijo Eriksen. "[Es] es una sopa de plástico, de continente a continente."

Los animales comen por error los trozos más pequeños de plástico, o les dan de comer a sus crías. Cientos de aves marinas, peces y tortugas mueren cada año por consumo de esta basura tóxica.

"Aproximadamente el 43% de todos los mamíferos marinos, 86% de todas las tortugas marinas y el 44% de las especies de aves marinas se encuentran con los plásticos en el interior o alrededor de sus cuerpos," dijo Cummins "35% por ciento de las muestras de peces que se recogieron en el Pacífico Norte tenían plástico en sus estómagos. "

Eriksen y Cummins reconocen que limpiar por completo los mares de plástico sería casi imposible, ya que los océanos cubren dos terceras partes del planeta. “Esa basura de plástico estará con nosotros durante mucho tiempo”, admiten ambos, pero aseguran que hay otras soluciones.

Aunque “las soluciones no comienzan en el océano, comienzan en tierra", dijo Eriksen.