La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, dijo el lunes que está consternada por las condiciones en que los migrantes y refugiados, niños y adultos, se encuentran detenidos en Estados Unidos luego de cruzar la frontera sur.
Bachelet hizo hincapié en que los niños nunca deben ser recluidos en centros de detenciones o separados de sus familias.
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El pronunciamiento de Michelle Bachelet se produce un día después que el secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, catalogó "sin fundamento" las acusaciones sobre las malas condiciones reportadas en un centro de detención en Texas.
De igual manera, el presidente Donald Trump, escribió en su cuenta de Twitter que el informe sobre las malas condiciones de los centros de detención era "falso" y "exagerado".
"En primer lugar, la gente no debe ingresar ilegalmente a nuestro país, solo para que nosotros tengamos que cuidarlos. Debemos permitirnos concentrarnos en los ciudadanos estadounidenses primero", afirmó Trump.
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La alta comisionada declaró que varios organismos de derechos humanos de la ONU han encontrado que la detención de niños migrantes puede constituir "un trato cruel, inhumano o degradante que está prohibido por el derecho internacional".
"Como pediatra, pero también como madre y ex jefa de Estado, estoy profundamente sorprendida de que los niños se vean obligados a dormir en el suelo en instalaciones súperpobladas, sin acceso a atención médica ni alimentos adecuados, y con malas condiciones de saneamiento", dijo Michelle Bachelet.
"Detener a un niño, incluso por períodos cortos, en buenas condiciones puede tener un impacto grave en su salud y desarrollo. Considere el daño que se está haciendo todos los días al permitir que esta situación alarmante continúe".
La alta comisionada observó que la detención de inmigrantes nunca es lo mejor para los intereses de un niño.
Tras conocer el informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional sobre las condiciones en los centros para migrantes Bachelet instó a las autoridades a encontrar alternativas sin custodia para los niños migrantes y refugiados.
"Cualquier privación de libertad de los migrantes adultos y refugiados debe ser una medida de último recurso", dijo. Si se lleva a cabo la detención, enfatizó, debe ser por el período más corto de tiempo, con garantías de debido proceso y en condiciones que cumplan con todas las normas internacionales de derechos humanos relevantes.
“Los estados tienen la prerrogativa soberana de decidir sobre las condiciones de entrada y permanencia de los extranjeros. Pero claramente, las medidas de gestión de la frontera deben cumplir con las obligaciones del Estado en materia de derechos humanos y no deben basarse en políticas estrechas destinadas únicamente a detectar, detener y deportar rápidamente a los migrantes irregulares", agregó Bachelet en un comunicado.
“En la mayoría de estos casos, los migrantes y los refugiados han emprendido viajes peligrosos con sus hijos en busca de protección y dignidad para alejarse de la violencia y el hambre. Cuando finalmente creen que han llegado a salvo, pueden encontrarse separados de sus seres queridos y encerrados en condiciones indignas. Esto nunca debería suceder en ninguna parte”.
La presencia de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en México y América Central ha documentado numerosas violaciones de derechos humanos y abusos contra migrantes y refugiados en tránsito, incluido el uso excesivo de la fuerza, la privación arbitraria de la libertad, la separación familiar, la denegación del acceso a los servicios, el rechazo y expulsiones arbitrarias.
La alta comisionada reconoció la complejidad de la situación y los desafíos que enfrentan los Estados de origen, tránsito y destino. Les pidió que trabajen juntos para abordar las causas fundamentales que obligan a los migrantes a abandonar sus hogares mediante la implementación de políticas transversales que tomen en cuenta los complejos factores de la migración. Estos incluyen la inseguridad, la violencia sexual y de género, la discriminación, la pobreza, los impactos adversos del cambio climático y la degradación ambiental.
Bachelet también rindió homenaje a individuos y organizaciones de la sociedad civil que han brindado a los migrantes los derechos más básicos, como los derechos al agua, la alimentación, la salud, la vivienda adecuada y otra asistencia de este tipo.
"La provisión de asistencia para salvar vidas es un imperativo de derechos humanos que debe respetarse en todo momento y para todas las personas necesitadas; es inconcebible que aquellos que buscan brindar dicho apoyo corran el riesgo de enfrentar cargos penales", dijo.