La muerte del líder de al-Qaeda, Osama bin Laden, no es el fin de la lucha contra esa organización terrorista, sino que significa la continuación de la búsqueda de sus subalternos, responsables de la muerte de miles de personas en todo el mundo, dijo a la Voz de América, Daniel Benítez, un ex funcionario de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos.
“Es el final de la casería de un terrorista icónico con una organización global que fue responsable por la muerte de miles de personas a nivel mundial. Además significa la continuación de la casería de sus subalternos que aún viven y posiblemente la identificación y el comienzo de una nueva etapa de casería de otros miembros del grupo terrorista al-Qaeda”, dijo Benítez.
El experto en inteligencia explicó que está de acuerdo con la decisión de la Casa Blanca de no divulgar las fotos del cuerpo de bin Laden, lo que a su juicio sería un error.
“Pienso también que no es muy sensato que las palabras del presidente de los Estados Unidos y de sus miembros de gobierno deban ser sujetas a prueba fotográfica o alguna otra clase de prueba. Eso sería un mal precedente a establecer. Su palabra como presidente debe bastar y si algunas personas no lo quieren creer tienen ese derecho y esa opción”, argumentó el ex agente de la CIA.
Benítez destacó además las amenazas para Estados Unidos tras la muerte de bin Laden.
“Si empezamos a mirar hay algunos miembros del grupo al-Qaeda que son o eran subalternos de bin Laden que están vinculados a los Estados Unidos. Por ejemplo tenemos varias personas que fueron reclutadas en Estados Unidos y que hoy en día forman parte del grupo al-Qaeda. O sea que por la muerte de bin Laden no se puede pensar que estamos totalmente libre de amenaza”, sostuvo Benítez.
El especialista en inteligencia, dijo que la muerte de bin Laden es una gran oportunidad para que los servicios de inteligencia y de contra terrorismo a nivel mundial penetren al-Qaeda y otros grupos con los que tiene vinculación.