Personal de la Santa Sede en el Vaticano sella el apartamento del Santo Padre que hasta hoy fue ocupado por Benedicto XVI.
Como estaba previsto, Benedicto XVI dejó de ser Papa a las 8:00 p.m. hora de Roma y se convirtió, tal como lo dijera, en "un peregrino más".
Horas antes había llegado a la residencia de verano pontificia donde residirá mientras se renueva el convento en el que vivirá el resto de su vida.
Benedicto XVI viajó desde el Vaticano a bordo de un helicóptero blanco de la Fuerza Aérea italiana hasta Castel Gandolfo, al sur de Roma.
En una sencilla despedida privada con los cardenales que pronto elegirán a su sucesor, Benedicto XVI prometió obediencia "incondicional" al próximo pontífice.
"Seguiré estando cerca de ustedes en la oración, especialmente en los próximos días (...) mientras eligen al próximo Papa al que declaro hoy mi reverencia y obediencia incondicional", dijo.
Antes de salir del Vaticano, se despidió de los monseñores, el personal de la sede y la guardia suiza en el patio de San Dámaso.
A su llegada a Castel Gandolfo, Benedicto XVI salió al balcón donde fue aplaudido por una multitud de simpatizantes que lo vivaron.
"Me siento feliz por vuestra simpatía y afecto. Este es un día diferente para mí.... Ya no soy el Papa, ya solo soy simplemente un peregrino que inicia la última parte de su viaje", les dijo, bendiciéndoles y deseándoles buenas noches.
Esta fue probablemente la última vez que habló en público, pues estará de ahora en adelante "oculto" en oración.
Horas antes había llegado a la residencia de verano pontificia donde residirá mientras se renueva el convento en el que vivirá el resto de su vida.
Benedicto XVI viajó desde el Vaticano a bordo de un helicóptero blanco de la Fuerza Aérea italiana hasta Castel Gandolfo, al sur de Roma.
En una sencilla despedida privada con los cardenales que pronto elegirán a su sucesor, Benedicto XVI prometió obediencia "incondicional" al próximo pontífice.
"Seguiré estando cerca de ustedes en la oración, especialmente en los próximos días (...) mientras eligen al próximo Papa al que declaro hoy mi reverencia y obediencia incondicional", dijo.
Antes de salir del Vaticano, se despidió de los monseñores, el personal de la sede y la guardia suiza en el patio de San Dámaso.
A su llegada a Castel Gandolfo, Benedicto XVI salió al balcón donde fue aplaudido por una multitud de simpatizantes que lo vivaron.
"Me siento feliz por vuestra simpatía y afecto. Este es un día diferente para mí.... Ya no soy el Papa, ya solo soy simplemente un peregrino que inicia la última parte de su viaje", les dijo, bendiciéndoles y deseándoles buenas noches.
Esta fue probablemente la última vez que habló en público, pues estará de ahora en adelante "oculto" en oración.