El organismo financiero internacional dice que para el 2030 el planeta debe trazarse la meta de reducir al menos a 3 por ciento la población que subsiste con ingresos inferiores a $1,25 diarios.
El presidente del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim, pidió este martes hacer un esfuerzo global para erradicar la extrema pobreza y elevar el nivel de vida de las personas de más bajos recursos en los países en vías de desarrollo antes del año 2030.
Kim dijo que el objetivo de reducir al menos a 3 por ciento el número de personas que subsisten con ingresos inferiores a $1,25 diarios no debería considerarse como demasiado ambicioso, teniendo en cuenta que el primer objetivo del Milenio adoptado en el 2000 por los miembros de Naciones Unidas fue reducir a la mitad la pobreza absoluta en 25 años.
Sin embargo, puso de relieve que el mundo logró esa meta antes de lo previsto y que en la actualidad las circunstancias son favorables “para darles a los países en vías de desarrollo la oportunidad -por primera vez- de acabar con la extrema pobreza en una generación".
Kim destacó la labor de gobernantes comprometidos con ese propósito como las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff, y de Malawi, Joyce Banda, y precisó que después de acabar con la pobreza extrema el otro objetivo debería ser elevar los ingresos que percibe el 40 por ciento de la población más empobrecida en cada país.
El BM considera doblemente importante conseguirlo porque a los efectos de la pobreza se suma además el reto ecológico y la amenaza que representa para millones de habitantes en zonas costeras si la temperatura promedio del planeta se incrementa 4 grados para fines de siglo, lo que significaría un aumento de metro y medio en el nivel de los océanos.
Según estimados del BM, en 2010, el 21 por ciento de la población mundial, alrededor de 1.200 millones de personas, vivían en condiciones de extrema pobreza.
Kim dijo que el objetivo de reducir al menos a 3 por ciento el número de personas que subsisten con ingresos inferiores a $1,25 diarios no debería considerarse como demasiado ambicioso, teniendo en cuenta que el primer objetivo del Milenio adoptado en el 2000 por los miembros de Naciones Unidas fue reducir a la mitad la pobreza absoluta en 25 años.
Sin embargo, puso de relieve que el mundo logró esa meta antes de lo previsto y que en la actualidad las circunstancias son favorables “para darles a los países en vías de desarrollo la oportunidad -por primera vez- de acabar con la extrema pobreza en una generación".
Kim destacó la labor de gobernantes comprometidos con ese propósito como las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff, y de Malawi, Joyce Banda, y precisó que después de acabar con la pobreza extrema el otro objetivo debería ser elevar los ingresos que percibe el 40 por ciento de la población más empobrecida en cada país.
El BM considera doblemente importante conseguirlo porque a los efectos de la pobreza se suma además el reto ecológico y la amenaza que representa para millones de habitantes en zonas costeras si la temperatura promedio del planeta se incrementa 4 grados para fines de siglo, lo que significaría un aumento de metro y medio en el nivel de los océanos.
Según estimados del BM, en 2010, el 21 por ciento de la población mundial, alrededor de 1.200 millones de personas, vivían en condiciones de extrema pobreza.