El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, firmó el viernes un decreto ejecutivo que declara como Emergencia Nacional la crisis migratoria que atraviesa el país, informaron las autoridades en un comunicado de prensa.
Según el gobierno costarricense, la Dirección de Migración y Extranjería registra el paso de 2.500 y 3.000 personas que cruzan diariamente la frontera con Panamá para seguir su rumbo a Estados Unidos.
El decreto, anunciado días atrás por el mandatario, permite a la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) tomar una serie de medidas administrativas, operativas y económicas para agilizar algunos procedimientos para atender la migración.
El gobierno costarricense también habilitará un centro de atención temporal para migrantes en el cantón fronterizo con Panamá, llamado Corredores, para albergar a las personas que lleguen al lugar y “evitar que deambulen por las calles de las comunidades”.
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Desde ahí los migrantes serán trasladados en autobús hasta un punto fronterizo con Nicaragua, informaron las autoridades.
Datos de la Dirección de Migración y Extranjería registran hasta el momento el tránsito de 320.110 personas migrantes mayormente venezolanos, ecuatorianos, haitianos y chinos.
¿Era necesaria la declaratoria?
Organizaciones de la sociedad civil y activistas criticaron por un lado la declaratoria del presidente costarricense, mientras que otras indicaron que era una medida adecuada por el panorama de la migración.
Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, dijo a la Voz de América que la declaración de emergencia era necesaria porque en este año, de los 2 millones de migrantes que ha llegado a la frontera de México u Estados Unidos, poco más de millón y medio llegaron por el Darién.
Orozco asegura que en el tránsito, algunos migrantes están ampliando su estadía en Costa Rica. “Esto requería una emergencia nacional, pero la emergencia tiene una serie de elementos discrecionales sobre las políticas que aplicar, no solo de control fronterizo, puede incluir como el estatus de asilo en el país, eso puede generar de forma indirecta un aumento del discurso antiinmigrante”.
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Durante el anuncio del presidente Chaves de declarar emergencia nacional, el mandatario se refirió a un incidente entre migrantes y policías en Costa Rica y anunció la deportación de estos.
Chaves dijo que quienes replicaran actos similares y provocaran altercados durante su tránsito en Costa Rica, serían deportados.
“Las declaraciones como las que dijo que el inmigrante se porta mal lo va a castigar, es inapropiado de parte de un estadista en un país tan democrático como Costa Rica”, aseguró Orozco.
En eso coincidió por aparte Juanita Goebertus Estrada, directora de la División de las Américas - Human Rights Watch, quien manifestó que abona a “ un discurso estigmatizante”.
“Es lamentable porque Costa Rica con muchas dificultades ha venido teniendo una política sana de recibo de migrantes, este tipo de mensajes no solo son estigmatizantes, sino promueve la xenofobia”, dijo Goebertus a la VOA.