La idea bien puede ser replicada en todo el mundo. Cada ciudad puede “sorprender” a sus residentes, con sus propios artistas, cocina y otros atractivos.
Irse de vacaciones a ninguna parte y pasarla superbien, es la solución para aquellos que este año tendrán que “quedarse de vacaciones” –staycations- y descubrir el lugar donde viven en Estados Unidos.
La lenta recuperación de la economía ha llevado a muchas familias, finalmente, a tocar una de las vacas sagradas del mundo desarrollado. Las vacaciones fuera de casa.
La falta de dinámica en el mercado del empleo, los salarios devaluados, el pago de las deudas acumuladas, la gasolina a $1 dólar por litro y los ahorros consumidos por la acumulación de meses de déficit, se han devorado los saldos que las familias estadounidenses usaban para vacaciones.
El golpe ha alcanzado a todo el espectro. Desde quienes vacacionaban en lugares exclusivos, más o menos VIP, o populares, hasta los que optaban por la tradicional visita de verano a los abuelos o familiares que vivían cerca de la playa.
El verano boreal será con menos viajeros, pero probablemente la demanda turística en cuanto a los servicios instalados no se modifique dramáticamente. Restaurantes y espectáculos podrían verse menos afectados.
La respuesta puede venir del lado de quienes “se quedan de vacaciones”.
Apostando por los residentes
Por eso muchísimas ciudades en todo Estados Unidos se han reposicionado rápidamente en la forma en la que promueven el turismo, tomando más en cuenta a los residentes locales y de las áreas de influencia.
En particular, la ciudad de Washington DC y las áreas históricas de los alrededores están apostando a que los residentes que se quedan, dediquen el tiempo libre de familia a visitar museos, comer en la ciudad, disfrutar de espectáculos al aire libre y los servicios asociados. En definitiva un cambio del ritmo de gastos en vacaciones, en vez de hacerlo lejos de casa, lo utilizan en sus zonas de residencia.
El fenómeno también se vive en la mayoría de los estados.
La ciudad de Springfield, capital del estado de Illinois, ha visto un aumento del 20% en los primeros tres meses del año en visita de residentes locales a los sitios históricos, como por ejemplo, la casa de Abraham Lincoln. La cifra fue de más de 274.000 visitantes en el primer trimestre de 2012, nada despreciable sin dudas.
Los viajeros ahora son locales. Los turistas, el vecino de al lado. Atender bien a sus vecinos y “sorprenderlos” con los productos propios es parte de la receta, incluyendo, en el caso de Illinois, la celebrada Ruta 66 -Route 66-.
Incluso en Londres
La idea bien puede ser replicada en todo el mundo. Cada ciudad puede “sorprender” a sus residentes, con sus propios artistas, cocina y otros atractivos.
Incluso Londres, la sede de los Juegos Olímpicos de Verano de este 2012, decidió apostar a sus propios residentes a la hora de promover los atractivos del verano boreal. Incluso algunas compañías de turismo crearon paquetes para residentes.
La experiencia comenzó en 2011 y según las cifras dadas a conocer por VisitEngland, 104 millones de viajes de una noche, un 9% más que en 2010, fueron la respuesta a las promociones. “Damos la bienvenida a la nueva tendencia”, dijo Toby Davis, director de Handi World, una compañía que vende un tipo de cajas inflables para poner sobre el techo de los automóviles para guardar el equipaje de las familias. “Queremos ayudar a quienes deciden explorar los alrededores”, asegura.
Incluso hay un pequeño paquete de recomendaciones para los viajeros de cortas distancias. “Viajar con poco, pero adecuado y suficiente equipaje para aprovechar las ofertas y una estadía sorpresiva. Hacer una lista en familia de los lugares a visitar. Verificar por anticipado cuál será el estado del clima. Asegurarse que todos en la familia entienden que van a quedarse se vacaciones. Combinar visitas a museos con áreas de juegos y comidas divertidas, para que irse de vacaciones a ninguna parte sea algo inolvidable para todos”.
Pero todavía quedan sitios que no se han visto alcanzados por la crisis. Sino, simplemente intenten reservar una habitación por una noche en la ciudad de Charleston, en Carolina del Sur en Estados Unidos… buena suerte!!!
La respuesta será cordial pero lejana, "por menos de 2 o 3 noches no recibimos reservas” repiten casi a coro los encargados de reservas de los exquisitos Bed & Breaksfast de la ciudad.
Sin dudas, todas las tendencias tienen excepciones, incluso en medio de las crisis.
La lenta recuperación de la economía ha llevado a muchas familias, finalmente, a tocar una de las vacas sagradas del mundo desarrollado. Las vacaciones fuera de casa.
La falta de dinámica en el mercado del empleo, los salarios devaluados, el pago de las deudas acumuladas, la gasolina a $1 dólar por litro y los ahorros consumidos por la acumulación de meses de déficit, se han devorado los saldos que las familias estadounidenses usaban para vacaciones.
El golpe ha alcanzado a todo el espectro. Desde quienes vacacionaban en lugares exclusivos, más o menos VIP, o populares, hasta los que optaban por la tradicional visita de verano a los abuelos o familiares que vivían cerca de la playa.
El verano boreal será con menos viajeros, pero probablemente la demanda turística en cuanto a los servicios instalados no se modifique dramáticamente. Restaurantes y espectáculos podrían verse menos afectados.
La respuesta puede venir del lado de quienes “se quedan de vacaciones”.
Apostando por los residentes
Por eso muchísimas ciudades en todo Estados Unidos se han reposicionado rápidamente en la forma en la que promueven el turismo, tomando más en cuenta a los residentes locales y de las áreas de influencia.
En particular, la ciudad de Washington DC y las áreas históricas de los alrededores están apostando a que los residentes que se quedan, dediquen el tiempo libre de familia a visitar museos, comer en la ciudad, disfrutar de espectáculos al aire libre y los servicios asociados. En definitiva un cambio del ritmo de gastos en vacaciones, en vez de hacerlo lejos de casa, lo utilizan en sus zonas de residencia.
El fenómeno también se vive en la mayoría de los estados.
La ciudad de Springfield, capital del estado de Illinois, ha visto un aumento del 20% en los primeros tres meses del año en visita de residentes locales a los sitios históricos, como por ejemplo, la casa de Abraham Lincoln. La cifra fue de más de 274.000 visitantes en el primer trimestre de 2012, nada despreciable sin dudas.
Los viajeros ahora son locales. Los turistas, el vecino de al lado. Atender bien a sus vecinos y “sorprenderlos” con los productos propios es parte de la receta, incluyendo, en el caso de Illinois, la celebrada Ruta 66 -Route 66-.
Incluso en Londres
La idea bien puede ser replicada en todo el mundo. Cada ciudad puede “sorprender” a sus residentes, con sus propios artistas, cocina y otros atractivos.
Incluso Londres, la sede de los Juegos Olímpicos de Verano de este 2012, decidió apostar a sus propios residentes a la hora de promover los atractivos del verano boreal. Incluso algunas compañías de turismo crearon paquetes para residentes.
La experiencia comenzó en 2011 y según las cifras dadas a conocer por VisitEngland, 104 millones de viajes de una noche, un 9% más que en 2010, fueron la respuesta a las promociones. “Damos la bienvenida a la nueva tendencia”, dijo Toby Davis, director de Handi World, una compañía que vende un tipo de cajas inflables para poner sobre el techo de los automóviles para guardar el equipaje de las familias. “Queremos ayudar a quienes deciden explorar los alrededores”, asegura.
Incluso hay un pequeño paquete de recomendaciones para los viajeros de cortas distancias. “Viajar con poco, pero adecuado y suficiente equipaje para aprovechar las ofertas y una estadía sorpresiva. Hacer una lista en familia de los lugares a visitar. Verificar por anticipado cuál será el estado del clima. Asegurarse que todos en la familia entienden que van a quedarse se vacaciones. Combinar visitas a museos con áreas de juegos y comidas divertidas, para que irse de vacaciones a ninguna parte sea algo inolvidable para todos”.
Pero todavía quedan sitios que no se han visto alcanzados por la crisis. Sino, simplemente intenten reservar una habitación por una noche en la ciudad de Charleston, en Carolina del Sur en Estados Unidos… buena suerte!!!
La respuesta será cordial pero lejana, "por menos de 2 o 3 noches no recibimos reservas” repiten casi a coro los encargados de reservas de los exquisitos Bed & Breaksfast de la ciudad.
Sin dudas, todas las tendencias tienen excepciones, incluso en medio de las crisis.