El incendio en un centro de detención de migrantes en México, que mató a decenas ha provocado recriminaciones dentro y fuera del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, exponiendo las tensiones en su partido antes de las elecciones presidenciales del próximo año.
Treinta y nueve personas murieron en la instalación en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez frente a El Paso, Texas. López Obrador dijo inicialmente que el incendio fue provocado por inmigrantes detenidos que protestaban por su inminente deportación.
Las imágenes de video en las redes sociales que supuestamente mostraban el incendio generaron preguntas furiosas sobre por qué los hombres migrantes, en su mayoría centroamericanos, quedaron fatalmente atrapados en el interior, incluso cuando las autoridades dijeron que habían evacuado de manera segura a todas las mujeres de su sección.
El video de 30 segundos, que el ministro del Interior, Adán Augusto López, dijo que provenía del gobierno estatal, muestra a oficiales uniformados caminando frente a la puerta de una celda cerrada con llave mientras los hombres detrás intentaban salir mientras la habitación se llenaba de humo.
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"Todo el gobierno tiene la culpa aquí", dijo Rosa María González, una legisladora de la oposición que encabeza la comisión de migración de la cámara baja del Congreso. Ella llamó "un crimen" no intervenir mientras los migrantes estaban envueltos en humo y llamas.
Los críticos del gobierno instaron al titular del Instituto Nacional de Migración (INM) a renunciar. Altos funcionarios del gobierno que compiten por suceder a López Obrador se vieron envueltos en debates sobre el alcance de las responsabilidades.
¿Ordenaron no abrir las celdas?
El jefe de la agencia migratoria mexicana en el estado donde un incendio en un centro de detención fue presuntamente informado por teléfono del inicio del fuego y ordenó no liberar a los detenidos, según una denuncia presentada por un abogado que representa a personas involucradas en los hechos.
El funcionario, el contraalmirante retirado Salvador González Guerrero, es el delegado del INM en Chihuahua, el estado donde está Ciudad Juárez. El INM no respondió de forma inmediata a una solicitud de The Associated Press de comentarios ni de entrevista con González Guerrero.
Según la denuncia, presentada por el abogado Jorge Vázquez Campbell, el funcionario presuntamente “dio la orden por llamada telefónica para que a las personas migrantes que se encontraban alojadas dentro del lugar en donde inició el fuego no se les abriera la puerta por ningún motivo”.
También lea Tragedias mortales en México de migrantes intentando llegar a EEUUEl presidente prometió castigar a los responsables de las muertes, pero el miércoles acusó a los medios de "sensacionalismo" y "tráfico de sufrimiento humano".
López Obrador ha superado crisis pasadas, soportando caídas temporales en su popularidad, que sigue siendo mucho más fuerte que la de la mayoría de los líderes de las principales economías.
Una encuesta de seguimiento diaria realizada por Consulta Mitofsky el miércoles mostró que su índice de aprobación había caído de la noche a la mañana a su nivel más bajo en dos meses, pero se mantuvo por encima del 60%.
Los presidentes mexicanos cumplen un único mandato de seis años. El sucesor de López Obrador será elegido en junio de 2024, y cualquiera que se convierta en el candidato de su partido se considera un fuerte favorito.
Incendio en México golpea a familias en América Latina
La última vez que Ana Marina López supo de su marido Bacilio Sutuj Saravia, un migrante guatemalteco de 51 años, fue cuando le dijo a su familia que había sido detenido por agentes mexicanos de inmigración en la frontera entre México y Estados Unidos.
Eso fue dos días antes del indendio en Ciudad Juárez. Su nombre apareció más tarde en una lista del gobierno de víctimas del fuego, que no especificaba si estaba entre los muertos o los hospitalizados. Eso ha dejado a López y sus hija, en su pequeña localidad de Guatemala, aferradas a la esperanza de que pueda seguir vivo.
Y no son las únicas.
Mientras las imágenes del devastador incendio acaparaban los noticieros y redes sociales, familias repartidas por América sufren la agonía de esperar noticias de sus seres queridos. El dolor y la incertidumbre de los familiares subraya cómo los efectos de la migración se extienden mucho más allá de las personas que se embarcan en el peligroso viaje al norte, tocando las vidas de gente en toda la región.
En Ciudad Juárez una mujer venezolana esperaba noticias de su hermano, sedado e intubado en un hospital. En Honduras, varias familias vieron conmocionadas los videos de guardias que huían de la creciente humareda y las llamas en el centro migratorio.
Y en Guatemala, López sostenía una fotografía de su esposo con un sombrero vaquero, sin saber si estaba vivo o muerto.
“No puede pasar así. Ellos son personas, son humanos”, dijo. “Yo lo que pido es justicia, que ellos no son animales para que los traten así”.
Se sabía poco sobre la causa del incendio del lunes, y las autoridades investigaban a ocho personas, incluido un migrante, que podrían haberlo iniciado.
En las montañas salpicadas de plantaciones de café en el oeste de Honduras, tres familias horrorizadas por el video de las cámaras de seguridad esperan confirmación sobre el destino de sus hijos. Los tres amigos salieron juntos hacia Estados Unidos desde su pequeña localidad de Protección. Como muchos en esa zona rural, los hombres esperaban trabajar y enviar dinero para mantener a sus familias.
[Con información de Reuters y The Associated Press]
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