¿Funciona la presión por reforma migratoria?

  • Michael Bowman

Carlos Guzman de Albany, Georgia, levanta un cartel de apoyo a la reforma de la inmigración en una protesta semanas pasadas frente a la Casa Blanca.

Cuando el Congreso reinicie sus sesiones en septiembre se volerá a instalar el debate por la Reforma Migratoria.
El destino de la reforma de inmigración de Estados Unidos podría decidirse en la Cámara de Representantes controlada por los republicanos, una vez que el Congreso regrese a sesiones en septiembre tras cinco semanas de receso.

Los esfuerzos continúan para presionar a los legisladores para que incluyan la opción de acceso a la ciudadanía para los indocumentados -el elemento más polémico de la reforma migratoria .

Mientras el Congreso estaba en receso durante el verano boreal, cientos de activistas convergieron en el distrito del congresista republicano Kevin McCarthy, en California, con la esperanza de cambiar su posición sobre la reforma migratoria.

La propuesta que le llevaron era la siguiente: poner a votación en la Cámara un paquete de reforma migratoria integral que permita a los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados que eventualmente puedan tener la opción de adoptar la ciudadanía estadounidense.

Una de las organizadoras, Dolores Huerta cree que esta opción debe ser un derecho al alcance de todos. "Cada grupo de inmigrantes que ha llegado a los Estados Unidos ha sido capaz de obtener la ciudadanía”, destaca la activista, “desde los Padres de la Patria, que estuvieron entre los primeros inmigrantes que llegaron, hasta los más recientes que están aquí y ahora", dijo Huerta.

Sin embargo, McCarthy no estaba presente cuando los manifestantes entraron en su oficina del distrito.

Pero una declaración posterior colocada en la página de internet del representante republicano, descarta su apoyo a la propuesta. "No se debería dar una amnistía que beneficie a aquellos que desafían nuestras leyes y entran ilegalmente a Estados Unidos", indica una parte de la declaración.

La posición de McCarthy refleja la de la mayoría de los republicanos de la Cámara que no han sido influenciados por las manifestaciones a favor de la reforma inmigratoria.

Al respecto, el estratega republicano John Feehery dice que los activistas deberían repensar sus tácticas.

"La cosa más contraproducente que los activistas pro-inmigración pueden hacer es ir al despacho de un republicano a protestar. La cosa más efectiva que pueden hacer es registrarse en una elección primaria republicana y prometer que votar en contra de cualquier republicano que no apoye la reforma migratoria”, indicó Feehery.