Oficiales estadounidenses arrestaron o negaron la entrada a más de 103.000 personas a lo largo de la frontera con México en marzo, un aumento del 35 por ciento con respecto al mes anterior y más del doble que en el mismo período del año pasado, según datos publicados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. el martes.
El aumento constante en la llegada de migrantes, que se ha ido acumulando en los últimos meses, es impulsado por un número creciente de niños y familias, especialmente de América Central.
Según informaron las autoridades, los niños y las personas que viajaban como familias constituían el 67 por ciento de los arrestados por agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos entre los puertos oficiales de entrada en el mes de marzo. En marzo de 2018, la misma categoría constituía un tercio de los arrestos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se siente cada vez más frustrado con el creciente número de migrantes centroamericanos que intentan cruzar la frontera sur, y su ira se ha dirigido a sus propios funcionarios, el Congreso y los países de América Latina, quienes según él no han hecho lo suficiente para detener a sus ciudadanos de viajar a Estados Unidos.
El domingo, la principal funcionaria de seguridad nacional de Trump, Kirstjen Nielsen, anunció su renuncia, y un alto funcionario de la administración dijo que otros líderes de la agencia no habían hecho lo suficiente para reprimir el aumento de la inmigración.
Los expertos en inmigración creen que es probable que más migrantes intenten cruzar en los próximos meses, ya que las cifras suelen ser más altas en mayo.