Estados Unidos y Gran Bretaña impusieron restricciones a las visas de viaje a más de 50 funcionarios iraníes –incluyendo ministros de gobierno, militares, policías y oficiales judiciales- acusados de participar en violaciones a los derechos humanos y represión política.
El Departamento de Estado anunció en un comunicado que las restricciones fueron aplicadas a aquellos funcionaros del gobierno que “participaron en la continua represión de estudiantes, defensores de los derechos humanos, abogados, artistas, representantes de la sociedad civil, líderes mujeres y minorías religiosas y étnicas”.
Canadá, que apoyó las medidas tomadas por EE.UU. y Gran Bretaña, podría aplicar sanciones similares, según la agencia de noticias AP.
“Las acciones conjuntas de hoy sirven como un recordatorio al gobierno iraní de que vamos a continuar responsabilizando a los funcionarios por abusos en los derechos humanos contra el pueblo iraní”, sostuvo el Departamento de Estado.
La medida fue tomada bajo una ley que autoriza a la secretaria de Estado a imponer restricciones a la otorgación de visas para extranjeros si cree que el ingreso de estas personas podría tener consecuencias graves para la política exterior de Estados Unidos.