California: sube a 56 la cifra de muertos y 130 desaparecidos en letal incendio

Rescatistas buscan víctimas entre los escombros tras el mortífero incendio conocido como Camp Fire.

Con al menos 130 personas desaparecidas, las tropas de la Guardia Nacional registraron el miércoles a través de escombros carbonizados en busca de más víctimas de los incendios forestales más mortíferos de California mientras los principales funcionarios federales y estatales recorrían las ruinas de una comunidad completamente destruida por las llamas.

El incendio cobró la vida de, al menos a 56 personas, anunció el miércoles por la tarde el alguacil Kory Honea. También hubo tres muertes de incendios separados en el sur de California.

Cuadrillas de bomberos, en el norte de California, aprovecharon las mejores condiciones climáticas el miércoles en su batalla de seis días para contener el incendio forestal más letal y destructivo de la historia del estado, mientras que efectivos de la Guardia Nacional fueron convocados para buscar víctimas.

La cifra confirmada de superficie sumó otras 55.000 hectáreas, pese a que una disminución de los vientos y la creciente humedad permitieron establecer líneas de contención en más de un tercio del perímetro.

"Se está avanzando", dijo Ken Pimlott, director del Departamento de Bosques y Protección contra Incendios de California en una conferencia de prensa, junto con el gobernador Jerry Brown, el secretario del Interior de Estados Unidos, Ryan Zinke, y otros funcionarios.

El gobernador de California, Jerry Brown, segundo a la izquierda, mira el libro de trabajo de los estudiantes presentado por el secretario del Interior Ryan Zinke, que se encontró durante un recorrido por la Escuela Primaria Paradise, devastada por el fuego.

La búsqueda creciente de restos humanos en la zona afectada se enfoca en lo poco que queda de Paradise, en las laderas de la Sierra a unos 280 kilómetros al norte de San Francisco, una localidad que en su mayoría quedó reducida a cenizas el jueves pasado.

Más de 8.800 edificaciones, en su mayoría viviendas, se incendiaron en Paradise y alrededores, una localidad que albergaba a unas 27.000 personas. Unas 50.000 personas seguían bajo orden de evacuación.

"Este es uno de los peores desastres que he visto en mi carrera, sin lugar a dudas", dijo Brock Long, director de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias, a periodistas en la cercana ciudad de Chico. Zinke agregó: "Este es el peor incendio que he visto. Y esto lo digo como un niño que creció en Montana".

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Por otro lado, la agencia AP informó que al menos dos docenas de personas que quedaron atrapadas por un muro de fuego en el norte de California sobrevivieron sumergiéndose en un lago frío.

El San Francisco Chronicle informó el martes que las personas se lanzaron a la reserva de Concow después de que las llamas rodearan sus hogares en una comunidad fuera de la diezmada ciudad de Paradise. Al menos una docena estaban en una caravana de vehículos que fueron cortados por el fuego el jueves pasado.

El jefe de la División de Protección contra Incendios y Bosques de California, Garrett Sjolund, dice que los bomberos ayudaron a huir de los residentes, distribuyendolos en refugios contra incendios.

Peggy Moak, residente de Concow, dice que ella y otros sacaron a la gente del lago con una canoa. Las autoridades dicen que varios de los que estaban en el embalse fueron hospitalizados, algunos con quemaduras graves.

Sin señalamientos

Después de recorrer algunas de las zonas donde se produjeron los primeros incendios forestales de California en agosto, Zinke los atribuyó a "la mala gestión de los bosques" debido a las restricciones de extracción de madera que, según dijo, estaban respaldadas por "grupos terroristas ambientalistas".

Pero presionado por los periodistas el miércoles, Zinke declaró que "ahora no es verdaderamente el momento de señalar con el dedo", dijo. "Es un momento para que Estados Unidos se mantenga unido", agregó.

Refugio improvisado en Chico, California, el miércoles 14 de noviembre de 2018.

​El incendio letal, alimentado por los espesos matorrales secos a causa de la sequía y avivado por vientos feroces ha coronado una catastrófica temporada de incendios forestales en California, que expertos atribuyen en gran parte a los períodos secos prolongados que, según dicen, son síntoma del cambio climático.

Sin embargo, los abogados de algunas de las víctimas señalan que el mal mantenimiento por parte de una compañía eléctrica es la causa del incendio, que oficialmente sigue siendo investigada.

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Un grupo de tres firmas de abogados que representan a varias víctimas del incendio Camp presentó una demanda contra Pacific Gas & Electric alegando que PG&E no mantuvo ni reemplazó adecuadamente sus equipos, y que "su comportamiento inexcusable" contribuyó a la propagación de las llamas.

La empresa de servicios públicos acusada ha reconocido que se comunicó con un cliente por una línea eléctrica en su propiedad. Betsy Ann Cowley dice que Pacific Gas & Electric Co. le envió un correo electrónico el día antes de que el incendio comenzara, el jueves pasado, para trabajar en algunas líneas en su propiedad. Ella dice que la compañía le había dicho que tenía problemas "con las chispas".

El portavoz de PG&E, Paul Doherty, dijo en una declaración el martes por la noche que la empresa de servicios públicos no había visto nada "que incluya una discusión con el cliente en cuestión sobre 'chispas' y la infraestructura de PG&E".

Él dice que la compañía llegó a un acuerdo sobre el trabajo futuro en una línea que había sido cerrada.

El miércoles, el Departamento del alguacil del Condado de Los Ángeles dijo que los restos de una posible tercera víctima fueron encontrados en una vivienda incendiada, y están investigando el caso como una muerte "aparentemente relacionada con un incendio".

El alguacil del Condado de Butte, Kory Honea, dijo el martes por la noche que un contingente de la Guardia Nacional formado por 100 policías militares entrenados para buscar e identificar restos humanos se uniría a docenas de equipos de recuperación dirigidos por médicos forenses, perros y antropólogos forenses que ya estaban revisando lo que quedó de Paradise.

Con información de Reuters y AP.