La segunda jornada de la Convención Nacional Republicana que se desarrolla en Cleveland lleva como tema “Hagamos que Estados Unidos trabaje de nuevo”, a pesar de que el desempleo en Estados Unidos es de solo 5%.
Los republicanos esperan poder proyectar la imagen de Donald Trump, como un hombre de negocios exitoso que puede crear trabajos y “hacer grande a Estados Unidos de nuevo”.
Donald Jr. y Tiffany Trump, dos de los hijos de Trump, serán oradores durante la noche, junto a dos de los aspirantes que quedaron derrotados en el camino de Trump padre hacia la nominación —el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, y el neurocirujano, Ben Carson.
Los republicanos también oirán a Chris Cox, uno de los cabilderos de la Asociación Nacional del Rifle, y al jefe de la mayoría del Senado, Mitch McConnell.
Pero quizá el discurso más esperado, más analizado —y el más delicado— será el del presidente de la Cámara de Representantes y presidente de la Convención, Paul Ryan, quien apoyó públicamente a Trump solo después de tomarse varios días para pensarlo.
Hasta ahora, su razón más importante para apoyar al magnate ha sido la de que Trump es mejor que tener a Hillary Clinton en la presidencia, mientras ha continuado criticando sus posiciones sobre los tratos de comercio y la inmigración de musulmanes, llegando al punto de acusar a Trump de usar típico lenguaje “racista de libro de texto”.
Se prevé que Ryan se enfoque en la pobreza y otros temas económicos en su discurso.