El senador demócrata, Mark Warner, arremetió contra quienes piden poner fin a la investigación sobre los nexos entre Rusia y la campaña presidencial del presidente Donald Trump, advirtiendo que tal medida “tiene el potencial de provocar una crisis constitucional”.
Warner, vicepresidente de la Comisión de Inteligencia del Senado, dijo el miércoles en un discurso en el Senado que despedir al asesor especial o cualquier otro "alto mando involucrado en esta investigación no solo cuestionaría el compromiso de este gobierno con la verdad, sino también nuestro concepto más básico de estado de derecho".
El senador por Virginia expresó su preocupación de que las críticas a la investigación "parecen estar creciendo en estridencia y volumen" y “parecen coordinadas" en las últimas semanas.
"Cualquier intento del presidente de destituir a Mueller de su cargo, o de otorgar clemencia a testigos clave en cualquier intento de protegerlos de la rendición de cuentas o de cerrar la investigación, sería un grave abuso de poder", dijo Warner.
El abogado de la Casa Blanca Ty Cobb aseguró el miércoles que la administración Trump no tiene planes de despedir a Mueller y atribuyó los temores de Warner a las preguntas insistentes de la prensa sobre esa posibilidad.
"Si los medios continúan pidiendo respuestas a cada rumor absurdo y sin fundamento, los partidarios de la búsqueda de atención continuarán difundiéndolos", dijo Cobb.
A principios de este año, la comunidad de inteligencia de EE.UU. publicó un informe que indicaba que Rusia se había entrometido en las elecciones, mostrando una preferencia por Trump sobre la candidata demócrata Hillary Clinton. Rusia niega haberse inmiscuido en las elecciones estadounidenses de 2016 y Trump ha negado toda colusión.
Las declaraciones de Warner tienen lugar luego de varias semanas de rumores de que la administración Trump podría tratar de destituir a Mueller de la investigación.
El domingo, el presidente Trump dijo a los periodistas que no está considerando despedir a Mueller, aunque sus abogados acusaron al abogado especial de recolectar ilegalmente decenas de miles de correos electrónicos del equipo de transición presidencial de Trump.
En sus comentarios para negar que el despido de Mueller estuviera bajo consideración, Trump repitió una vez más que "no hay colusión" con Rusia.
Los correos electrónicos en cuestión provienen de las computadoras de 13 altos funcionarios de transición de Trump, que cubren el período inmediatamente posterior a la elección de Trump hasta el día en que tomó posesión, el 20 de enero.
La investigación de Mueller que se ha extendido por varios meses, ya ha resultado en declaraciones de culpabilidad de dos asesores de Trump— el ex asesor de seguridad nacional, Michael Flynn, y el asesor de asuntos exteriores, George Papadopoulos— por mentirle a los investigadores federales sobre sus contactos con funcionarios rusos. La investigación también ha llevado a las imputaciones de dos antiguos funcionarios clave de la campaña, Paul Manafort y Rick Gates.
Trump ha menospreciado regularmente a Mueller y las investigaciones del Congreso sobre los vínculos de su campaña con Rusia, y los republicanos han criticado cada vez más la investigación de Mueller como parcial en contra de Trump.
Mueller despidió a un investigador clave del FBI de la investigación cuando se descubrió que había intercambiado comentarios negativos sobre Trump en correos electrónicos con otro funcionario del FBI conectado a la investigación.
Mueller también está investigando si Trump obstruyó la justicia al despedir a su sucesor, el ex director del FBI James Comey, en mayo.