Una inusual superluna sumada al huracán Idalia podría elevar las mareas en la costa occidental de Florida y exacerbar las inundaciones provocadas por la tormenta.
La luna alcanzaba su punto más cercano a la Tierra el miércoles, el mismo día que Idalia tocó tierra como huracán de categoría 3 en Keaton Beach, en la región escasamente poblada de Big Bend, con vientos máximos sostenidos de casi 200 km/h.
La superluna puede servir de imagen de fondo espectacular en fotos de distintos lugares del mundo, pero su fuerza gravitatoria intensificada también eleva las mareas más de lo común.
“Diría que esta vez es bastante inoportuna”, dijo Brian Hines, meteorólogo a cargo de la oficina del Servicio Meteorológico Nacional en Charleston, Carolina del Sur.
También lea Huracanes como Idalia reafirman graves efectos del cambio climático para los latinosSe prevé que las mareas agravarán las inundaciones no solo en Florida sino también en Georgia y Carolina del Sur, donde la oficina de Haines ha advertido a los habitantes que partes de Charleston quedarían sumergidas el miércoles por la noche.
Durante la luna llena, el sol y nuestro satélite jalan en la misma dirección, lo cual provoca mareas por encima de lo normal, dijo Kerry Emanual, profesor emérito de ciencias atmosféricas en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
La fuerza gravitatoria de la luna es más intenta cuanto más se acerca a la Tierra, lo cual eleva aún más las mareas.
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La marejada suele ser el fenómeno más letal de un huracán. El agua del océano que se abatirá sobre tierra podría alcanzar alturas de 4,6 metros en partes de la costa occidental de Florida, según proyecciones del Centro Nacional de Huracanes. Más al sur, se pronostica una marejada de 2,1 metros en la zona de Tampa.
Una marejada de altura superior a un ser humano es causa de gran preocupación en un huracán, y las mareas y la influencia de una superluna pueden agravarla.
“Dice el dicho que uno se oculta del viento y huye del agua, y espero que la gente lo tome en cuenta”, dijo Brian Tang, profesor de ciencias atmosféricas en la Universidad de Albany, Nueva York.