Marvin Wilson, quien según los médicos es un retrasado mental, será ejecutado este martes 7 de agosto por medio de una inyección letal. La justicia texana no reconoce su discapacidad como argumento para anular la sentencia.
Reclamo internacional
Reclamo internacionalAmnistía Internacional pidió, el pasado viernes 3 de agosto, la conmutación de la pena de muerte de Marvin Wilson a través de su portavoz, Rob Freer, alegando que “mientras que la mayoría de los países ha dejado de ejecutar a criminales, y mucho menos a retrasados mentales, Estados Unidos continúa contraviniendo esa tendencia global, y Texas a menudo encabeza el rumbo”.
Desde el plano político, un senador de Texas, Rodney Ellis, denunció en un comunicado la ejecución de Wilson.
“En el estado de Texas no ejecutamos a niños, y por lo tanto tampoco deberíamos ejecutar a aquellos que tienen la capacidad mental de un niño. La pena capital debería reservarse a aquellos que pueden comprender claramente que van a morir”, dijo Ellis.
El senador recordó, asimismo, que la legislación de 2002 elaborada por la Corte Suprema demostró que "la ejecución de imputados con retraso mental constituye un castigo cruel e inusual que viola la Octava Enmienda de la Constitución" (una sección que lo prohíbe expresamente).
El condenado ya había sido juzgado previamente por robo y secuestro, pero según un neuropsicólogo que lo examinó presenta niveles funcionales de adaptación bajos y es retrasado mental.
Según un examen efectuado en 2004, Wilson posee un coeficiente intelectual de 61 puntos, una evaluación que se enmarca en la consideración de “retraso mental” por parte del estado de Texas, que lo ha fijado en 70 puntos o menos.
Sin embargo, el estado considera que su nivel de retraso mental es medio, y que por tanto no es un argumento suficiente para suprimir la pena capital aplicada a Wilson. Según las autoridades, era un inteligente traficante de drogas que, con el asesinato del informante, buscaba una venganza por traición.
La decisión desafía la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos, que en 2002 prohibió la ejecución de criminales con retraso mental, aunque dio vía libre a cada estado para aplicar su propio veredicto.
Los abogados del homicida cuestionaron, en el año 2003, la constitucionalidad de la sentencia capital, pero el estado de Texas rechazó la apelación.
En caso de que la Corte Suprema de EE.UU. no intervenga, Wilson será ejecutado en la tarde de este martes 7 de agosto, en el pabellón de la muerte de Huntsville.
Tests clínicos
Wilson fue sometido a diversos tests clínicos por parte del neuropsicólogo Donald Trahan, entre los que se encontraban exámenes lingüísticos, visuales y sensoriales, entre otros.
Trahan también entrevistó a Wilson durante ocho horas y analizó su historial académico, que mostró que tenía una comprensión de lectura y una capacidad de escritura similar a la de un niño de siete años.
La Asociación Americana de Desarrollo y Discapacidades Intelectuales y diversos expertos denunciaron que el modo único de clasificar el retraso mental por parte de las autoridades de Texas podría dar lugar a confusiones decisivas al crear “falsos esteriotipos sobre el retraso mental que, efectivamente, excluyan a todos excepto a los severamente incapacitados”, según la organización.
Texas es el estado que ha ejecutado a más reos diagnosticados con retraso mental. Si la sentencia se hace efectiva, Wilson será el séptimo preso ejecutado allí en lo que va de año.