Consternación mundial por tibetanos inmolados

La policía intenta sofocar el fuego en un tibetano que se inmoló frente a la embajada China Nueva Delhi.

Desde marzo de 2011, se han prendido fuego 69 tibetanos en China.

La inmolación de seis tibetanos en la última semana y las protestas contra el régimen chino en la zona de Tíbet, se muestra como el gran conflicto que debe resolver el vicepresidente Xi Jinping, que sucederá a Hu Jintao en la secretaría general del Partido Comunista Chino (PCCh) en el congreso que comenzó el jueves y en la presidencia del país el próximo mes de marzo.

Luego de los suicidios se han reforzado las medidas de seguridad en las áreas tibetanas y en especial en Tongren, una población con gran presencia de esta minoría étnica en la provincia noroccidental de Qinghai.

Las protestas de miles han aumentado, luego de la inmolación mediante fuego de cinco tibetanos el miércoles y uno el jueves coincidiendo con la apertura, este último día, del congreso quinquenal del PCCh en Pekín.

Pekín acusa al Dalai Lama de fomentar los disturbios e instigar la ola de suicidios, pero el gobierno chino no permite el ingreso a la zona de organizaciones defensoras de Derechos Humanos o periodistas.

Los tibetanos se incineran clamando por un Tíbet libre y el gobierno chino los califica de criminales, terroristas, marginados y enfermos mentales manipulados por el Dalai Lama.

Desde 1950, China controla la llamada Región Autónoma del Tíbet cuando el ejército entró a “destruir la cultura y la religión tibetanas”, según los residentes de la zona del Himalaya.