El presidente Donald Trump evitó el sábado comprometerse a no imponer aranceles a las importaciones de aluminio y acero procedentes de Brasil, diciendo que “no prometo nada”.
Trump hizo la declaración delante del mandatario brasileño Jair Bolsonaro, a quien recibió en una cena realizada en su residencia de descanso en el sur de Florida.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que la crisis en Venezuela, un posible acuerdo comercial entre Estados Unidos y Brasil, y la compañía china de telecomunicaciones Huawei figuraron entre los temas abordados por ambos gobernantes. El comunicado emitido por la Casa Blanca después de la reunión no mencionó a Huawei.
En diciembre, Trump acusó en un tuit al gobierno de Bolsonaro de perjudicar a los agricultores estadounidenses al manipular su moneda. Había anunciado entonces que impondría aranceles al aluminio y acero brasileños, pero retiró la amenaza días después.
“Tenemos una relación muy buena, y en cuanto a aranceles... siempre queremos ayudar a Brasil”, dijo Trump, quien posó con Bolsonaro en la puerta principal de Mar-a-Lago, el exclusivo club propiedad del mandatario estadounidense. Las banderas de Estados Unidos y Brasil adornaban ambos lados de la puerta y se agitaban con la brisa.
“La amistad quizá sea más fuerte ahora que nunca”, señaló Trump.
Trump se negó a comprometerse cuando le preguntaron si sus declaraciones significaban que no se impondrían nuevos aranceles a Brasil.
“No prometo nada”, afirmó Trump, antes de guiar a Bolsonaro hasta una mesa para comer en el bullicioso patio al aire libre del club.
También lea Brasil retira a todos sus diplomáticos de VenezuelaTrump y Bolsonaro compartieron la mesa con el asesor de Seguridad Nacional, Robert O’Brien, la hija de Trump, Ivanka y su esposo, Jared Kushner, ambos altos asesores de la Casa Blanca, y varios funcionarios brasileños.
Trump también elogió el liderazgo de Bolsonaro.
“Él está haciendo un trabajo fantástico. Grandioso. Brasil lo ama y Estados Unidos también”, señaló Trump.
Brasil enfrenta una tasa de desempleo de dos dígitos y un crecimiento económico que es de la mitad de lo que había prometido Bolsonaro durante su campaña. También encara problemas para que el Congreso apruebe sus iniciativas.
Bolsonaro efectúa una visita de tres días a Estados Unidos que incluye ir a la sede del Comando Sur de Estados Unidos, que está en Miami, y supervisa las operaciones militares estadounidenses en Centroamérica, Sudamérica y el Caribe.
El líder brasileño también tiene programadas reuniones con los senadores republicanos de Florida, Marco Rubio y Rick Scott. Trump permanecerá en Florida hasta el lunes.
El gobierno de Trump ha sido el aliado más importante de la oposición en Venezuela desde que Juan Guaidó se convirtió en protagonista de la tumultuosa escena política en ese país hace más de un año. Guaidó se comprometió a derrocar a Maduro y restaurar la democracia.
Aunque Guaidó tiene el respaldo de más de 60 naciones, su popularidad se ha desvanecido en paralelo a una fallida revuelta militar.
Estados Unidos mantiene su campaña de “máxima presión” contra Maduro y continuará trabajando en “obstáculos” no específicos para concretar un acuerdo comercial con Brasil, dijo un funcionario de alto rango del gobierno de Trump antes de la reunión entre ambos presidentes.
Estados Unidos está apremiando a gobiernos en todo el mundo para que impidan a la gigante tecnológica china Huawei tener alguna participación en sus redes 5G.
Sin embargo, esta campaña de Trump recibió un golpe cuando Gran Bretaña, aliada de Estados Unidos, decidió conceder a Huawei un papel limitado en el suministro de nuevo equipo para la red de alta velocidad a empresas de telecomunicaciones inalámbricas.
Estados Unidos considera a Huawei una amenaza de inteligencia.
Con información de AP