Un sacerdote acusado de conducta sexual indebida en el caso de los hermanos maristas y que ya había cumplido una sentencia canónica por abusos a menores fue expulsado de la Iglesia chilena, anunció el arzobispado de Santiago.
El papa Francisco decretó de forma inapelable “la dimisión del estado clerical”, así como la “dispensa de todas las obligaciones unidas a la sagrada ordenación” del padre Cristián Precht Bañados a partir del 12 de septiembre, informó la oficina arzobispal en un escueto comunicado difundido el sábado.
Aunque no se indica la causa de esta decisión, sí se menciona a la Congregación de la Doctrina de la Fe, el organismo de la Iglesia encargado de investigar los abusos sexuales.
Precht, conocido durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) por su destacado papel en defensa de los derechos humanos en la llamada vicaría de la solidaridad, ya había cumplido en diciembre una sentencia canónica de cinco años apartado de las labores del sacerdocio por abusos sexuales a 20 víctimas de entre 15 y 33 años.
El arzobispado de Santiago anunció en agosto que había remitido al Vaticano los resultados de la investigación previa realizada a Precht por antecedentes de abusos contra menores en el contexto del caso de los maristas.
La investigación sobre los maristas, uno de los escándalos por abusos sexuales más grandes en Chile en el último año, concluyó de forma preliminar a principios de septiembre. Los investigadores canónicos acreditaron la verosimilitud de las acusaciones en casos que abarcaban desde 1970 hasta más allá del 2000 y en las que investigaban a varios prelados.
Los maristas _una congregación religiosa cuyos miembros hacen votos de castidad, pobreza y obediencia sin ser sacerdotes_ tuvo en su seno a violadores cuyas víctimas dicen recordar encierros, el cuerpo adolorido y manos que los tocaron sin su consentimiento. Según han denunciado, estos religiosos abusaban de ellos y luego les achacaban la responsabilidad de sus actos. Por eso los niños callaron y en algunos casos tardaron más de 40 años en hablar.
El caso se destapó en agosto de 2017, cuando la jerarquía de su congregación denunció a uno de los suyos, Abel Pérez, por abusar y violar a 14 menores de edad en dos colegios. La indignación creció dentro y fuera de Chile porque estos sacerdotes tardaron siete años en poner a Pérez a disposición de la justicia pese a que él mismo había revelado sus abusos en 2010.
“No será cárcel (aún) pero que se lo expulse de cura a Precht para mí es algo de justicia. Sus abusos provocaron al menos un suicidio y mucho sufrimiento. Una familia que quiero mucho quedó sin papá, sin hijo, marido. Cuando nos creen, hay justicia. Sea quien sea. Es simple”, afirmó en Twitter José Andrés Murillo, una de las víctimas más conocidas de abusos sexuales en Chile a manos del sacerdote Fernando Karadima.
Por su parte, uno de los principales denunciantes del caso maristas, Jaime Concha, se manifestó en la misma línea.
“En memoria de Patricio Vela. Los Sobrevivientes de Precht no te olvidamos y hoy te recordamos”, tuiteó.
Otro de sus compañeros denunciantes, Isaac Givovich, manifestó que el papa Francisco había impuesto un nuevo estándar de sanción para pederastas, la expulsión, y pidió el domingo que se tome la misma medida para los maristas que sean hallados culpables.
“En mi casa admiraban a Precht, también a Adolfo Fuentes. Casi los veían como santos. Ambos abusaron de mi. Ah, y se llaman delitos, no pecados. Me aseguraré que sea juzgado por ellos en los tribunales chilenos. #Maristas#CasoMaristas”, tuiteó por su parte Eneas Espinoza. Fuentes es otro religioso involucrado en el caso de los maristas.
La Fiscalía Sur de Santiago también está investigando judicialmente el caso de los maristas.
La red de Laicos de Chile se refirió al caso Precht el domingo afirmando que “pensamos en todos a los que les destruyó la vida, incluso llegando al suicidio”, y destacó a quienes lo denunciaron, mostrando su “eterna gratitud por su coraje al revelar sus testimonios contra una persona considerada intocable”.