La delegación venezolana que la semana pasada visitó Washington y que se espera también haga escala en Europa busca “estrechar” posiciones entre la agenda de la oposición y Estados Unidos, explican expertos.
Para Enderson Sequera, politólogo y director estratégico de Politiks, una de las principales intenciones de la visita a Estados Unidos era identificar cuál puede ser la disposición del Gobierno de Estados Unidos para levantar o aligerar algunas sanciones y, además, evaluar qué consideraría la oposición venezolana como “una mínima victoria” para que se inicie el levantamiento de sanciones.
“Eso es básicamente lo que creo que se puede esperar, creo que se va a avanzar mucho más con el Gobierno de Estados Unidos y que será un poco más complicado avanzar con la Unión Europea porque el Alto Representante Borrell reacciona demasiado rápido a lo que ocurre en Venezuela, se posiciona muy rápido. Creo que las negociaciones con mediación de Noruega van a continuar, pero no soy optimista sobre los resultados”, subraya.
También lea EE. UU. enfatiza urgente necesidad de restaurar la democracia en VenezuelaPara Félix Gerardo Arellano, internacionalista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, la visita es “importante”, pero a la vez destaca que unos de los puntos débiles de la oposición son “las agendas personales” y la fragmentación.
“En la medida en la que no haya una coordinación, el papel de la oposición como director de la orquesta se debilita. Creo que la visita es importante, pero en la medida en la que no haya coordinación con otros sectores críticos de la oposición, se puede debilitar su postura”, puntualiza.
A su juicio, lograr un mínimo de coordinación entre los distintos factores de la oposición democrática, le daría “mayor fortaleza” y facilitaría el trabajo con la comunidad internacional.
Los expertos coinciden en que el chavismo se convierte en un “punto delicado” en el proceso de negociación debido a que no parecieran estar dispuestos a dar “concesiones significativas a cambio de un levantamiento de sanciones”.
“Miraflores nunca ha dado señales de estar dispuestos a un verdadero proceso electoral con condiciones competitivas mínimas, eso para ellos implicaría la salida del poder y no tienen interés en llegar a esa fase, estarían dispuestos en algunos movimientos”, sostiene Arellano.
“Veo a un chavismo que tiene alternativas, no veo a una oposición que tenga alternativa más allá de la mesa de negociación”, comenta Sequera.
Relaciones con Estados Unidos
Ambos destacan que la administración del presidente Joe Biden prioriza el multilateralismo, la negociación, la cooperación, la promoción de la democracia antes que la confrontación que caracterizó al gobierno del ex presidente Donald Trump.
En ese sentido, existe una “coyuntura favorable” en lo que respecta a la comunidad internacional y “eso puede hacer más efectivo el papel de la comunidad internacional democrática, ahí se suma Reino de Noruega”, estima Arellano.
“Lo ha dicho la administración Biden, ellos están dispuestos a revisar el tema de las sanciones, ya han asumido algunas posturas como el manejo de licencias a Chevron en el caso de puertos y aeropuertos; medicamentos e instrumentos médicos para la pandemia, lo que indica que hay una decisión a revisar el tema incluso de las sanciones personales, pero sujeto a un esquema de negociación entonces eso hace que la sanción tenga mayor sentido y efectividad en la medida que no sea un esfuerzo bilateral”, añade.
También lea Nicolás Maduro aspira a “volver a tener relaciones de cooperación con Estados Unidos”Sequera insiste en que “lo único que aspira el chavismo en la mesa de negociación es un levantamiento o alivio de las sanciones” y agrega que la oposición, por si sola, no puede levantar las sanciones sino servir de intermediario “para un levantamiento progresivo de las mismas”.
“Si el chavismo quiere un levantamiento de sanciones tiene que entenderse con la oposición, pero sobre todo con los decisores de la política americana en Estados Unidos”, expresa.
Sequera estima que habrá cuatro cambios fundamentales en la relación entre Estados Unidos, el gobierno y la oposición y el primero de ellos es que se “va a priorizar la negociación por encima de cualquier otro mecanismo de resolución de conflictos y ya eso lo estamos viendo”.
“Se va empezar a hablar con todos los actores; se va a poner énfasis en la promoción de la democracia y eso se puede ver en el reciente comunicado conjunto entre la UE, Canadá y Estados Unidos donde por primera vez se sugiere de manera explicita que las elecciones regionales pudieran ser un primer paso para la negociación de una elección presidencial; y por último repensar las sanciones”, especifica.
Liderazgo de la delegación
En este contexto, Sequera considera que la oposición tomó una decisión “acertada” al enviar a Gerardo Blyde a Estados Unidos, pues lo califica como un político “sensato, inteligente, moderado y con buena aceptación entre los cuatro partidos dominantes de la oposición”.
“Blyde una figura que no divide y por eso la oposición venezolana lo designa, a sabiendas de que puede ser un político que represente muy bien los intereses, no solamente del G4, sino de partidos minoritarios e incluso de las organizaciones de la sociedad civil en Venezuela que pueden verse representados en su figura y que pueden tener confianza en él”, sostiene.
Sin embargo, también recuerda que en su condición de jefe de campaña de la oposición las elecciones regionales, tuvo unas declaraciones “muy polémicas donde adelantaba que si había una alta participación la oposición iba a arrasar en las elecciones y el chavismo terminó llevándose 18 gobernaciones”.
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