La organización Amnistía Internacional denuncia en un informe que policías y militares venezolanos aplican la tortura como castigo y para arrancar confesiones.
La organización Amnistía Internacional (AI) denunció que la tortura es habitual por parte de la policía contra manifestantes antigubernamentales en Venezuela.
En su informe anual "Tortura en 2014: 30 años de promesas rotas", la organización señala que tanto los policías como miembros de las fuerzas armadas la practican como castigo y para arrancar confesiones a detenidos.
Eso a pesar de que el Artículo 46 de la Constitución de Venezuela establece que "ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes".
AI citó como ejemplo el caso de Juan Manuel Carrasco, joven detenido en Valencia el pasado 13 de febrero por participar en manifestaciones y quien denunció que los guardias lo golpearon, lo amenazaron de muerte y lo sodomizaron.
El caso de Carrasco es uno de los 142 que investiga la fiscalía como parte de los abusos de derechos humanos cometidos durante las protestas antigubernamentales que ya duran tres meses en Venezuela.
En otro informe el mes pasado, AI había advertido que si los derechos humanos no se ponían al frente de la agenda política en Venezuela, el país se vería expuesto a "un mayor número de abusos y violaciones", así como a una espiral de violencia policial, de acoso a periodistas y detenciones arbitrarias.
En su informe anual "Tortura en 2014: 30 años de promesas rotas", la organización señala que tanto los policías como miembros de las fuerzas armadas la practican como castigo y para arrancar confesiones a detenidos.
Eso a pesar de que el Artículo 46 de la Constitución de Venezuela establece que "ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes".
AI citó como ejemplo el caso de Juan Manuel Carrasco, joven detenido en Valencia el pasado 13 de febrero por participar en manifestaciones y quien denunció que los guardias lo golpearon, lo amenazaron de muerte y lo sodomizaron.
El caso de Carrasco es uno de los 142 que investiga la fiscalía como parte de los abusos de derechos humanos cometidos durante las protestas antigubernamentales que ya duran tres meses en Venezuela.
En otro informe el mes pasado, AI había advertido que si los derechos humanos no se ponían al frente de la agenda política en Venezuela, el país se vería expuesto a "un mayor número de abusos y violaciones", así como a una espiral de violencia policial, de acoso a periodistas y detenciones arbitrarias.