Violencia sacude a Michoacán

El gobierno reafirmó su compromiso de disponer de todos los mecanismos a su alcance, para restablecer el orden y la tranquilidad.

Los cadáveres fueron abandonados en una gasolinera en el municipio de Zitácuaro, semidesnudos y con signos de haber sido torturados.

Confirman el número de cadáveres encontrados en una gasolinera en el estado de Michoacán en México, donde el gobierno, a través de la secretaría de Gobernación, detalló que los restos mortales son de 13, tal como informaron las autoridades locales

En un comunicado, la dependencia condenó la violencia que se registra en el estado de Michoacán, y reiteró su disposición de seguir trabajando por la seguridad de los ciudadanos.

También el gobierno reafirmó su compromiso de disponer de todos los mecanismos a su alcance, para restablecer el orden y la tranquilidad e impedir que acontecimientos como éste queden impunes.

El presidente municipal de Zitácuaro, Juan Carlos Campos, quien asumió el cargo apenas el pasado 1º de enero, reveló que las autoridades federales y estatales ni siquiera le toman la llamada y denunció que han abandonado al municipio, que se ha convertido en un foco rojo en materia de seguridad, por la disputa entre las bandas delictivas La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios.

”Hay un gran hermetismo por parte del estado y de la federación, nos han dado evasivas y largas, hace meses en Zitácuaro desaparecieron las fuerzas federales y nos hemos sentido abandonados”, afirma Campos.

En medio de esto, el ex candidato de la izquierda a la gubernatura de Michoacán, Silvano Aureoles, denunció que los gobiernos federal y estatal apuestan a que los criminales se maten entre ellos.

”Le apuestan al exterminio entre ellos, eso deja a la población en el desamparo total y es una irresponsabilidad" afirma Aureoles, indicando que "se ha convertido esa región en una región que se rige estrictamente por las metralletas y las armas de la delincuencia, prácticamente es una zona de guerra”.

Los cadáveres fueron abandonados en una gasolinera en el municipio de Zitácuaro, semidesnudos y con signos de haber sido torturados.