Las visas de estudiantes podrían empezar a tener un plazo máximo de cuatro años. Ya no quieren que dichos estudiantes permanezcan en Estados Unidos más allá de ese tiempo. Algunos dicen que esto será disuasorio y llevará a muchos a estudiar en Canadá, Inglaterra o Australia.La reducción de estudiantes internacionales ya ha costado a EE.UU. unos 23.000 millones de dólares.
Basicamente todos los servicios migratorios subirán de precio el 2 de octubre. Desde renovar un permiso de trabajo hasta pedir la ciudadanía costará más dinero. Las autoridades migratorias sostienen que se han reducido sus ingresos y deben ajustar sus cobros.
Steven Dillingham testificó sobre la orden ejecutiva que afecta el censo de 2020, el recuento que se hace una vez por década de cada persona que vive en el país y sus cinco territorios.
La semana pasada, el presidente Trump ordenó presentar datos sobre el número de personas indocumentadas contadas por el censo, para excluir a los indocumentados del recuento del censo de cada estado con el fin de determinar si un estado pierde, gana o retiene legisladores en la Cámara de Representantes, un proceso que ocurre cada 10 años.
Los estudiantes internacionales que se encuentran en Estados Unidos y cuyas clases comienzan en el otoño pueden permanecer en el país incluso si esas clases son virtuales.
La decisión se da después de varias universidades y más de una docena de estados demandaron al gobierno de Trump por la nueva directriz.
Académicos creen que la reciente restricción inmigratoria a las visas de trabajo y estudio anunciada por el presidente Donald Trump puede ahuyentar a mentes brillantes de otras partes que podrían contribuir con el desarrollo tecnológico y económico de Estados Unidos.
La orden ejecutiva del presidente Donald Trump suspende hasta fin de año una variedad de visas que permitían el ingreso temporal de trabajadores de alto nivel profesional, como ingenieros e investigadores universitarios, entre otros.
Según un centro de investigación de la Universidad de Syracuse, hasta mayo los casos de 368.000 personas se habían retrasado y se prevé que la cifra aumente más del doble a medida que avanza la pandemia.
Se han lanzado programas en dos de los estados más grandes de EE.UU., para brindar asistencia económica a inmigrantes indocumentados que no han sido elegibles para recibir beneficios bajo los paquetes de estímulo federal masivos promulgados para combatir las consecuencias financieras de la pandemia de COVID-19.
Las remesas aumentan en tiempos de crisis. Pero con el cierre de bancos y empresas de envío de dinero, los inmigrantes en Estados Unidos no han tenido como enviar dinero a casa.