El jefe de la diplomacia estadounidense dice que el despido de Steve Linick, el inspector general, una especie de auditor interno del Departamento de Estado, no fue una venganza suya. Dice que no conocía qué investigaciones estaba haciendo. Linick investigaba a Pompeo por usar a un empleado gubernamental para que le paseara al perro, le recogiera ropa en la tintorería y le hiciera reservaciones para cenar con su esposa. Investigaba además una "venta rápida" de armas a Arabia Saudí.