El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decretó este miércoles revocar una serie de ordenes ejecutivas firmadas por su predecesor, el expresidente Donald Trump, que suspendían la concesión de nuevos permisos de trabajo sine die alegando que la llegada de extranjeros suponía una "amenaza" para los trabajadores locales en un mercado laboral gravemente afectado por la pandemia.
"Por el contrario, daña a Estados Unidos, incluso a la hora de evitar que ciertos familiares de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes puedan reunirse con sus familias aquí", señaló el presidente demócrata en una proclama divulgada hoy por la Casa Blanca.
El texto también señala que la suspensión establecida por la Administración Trump "daña" a las empresas estadounidenses "que cuentan con talento de todo el mundo". "Y también perjudica a individuos a los que se les concedió la oportunidad de solicitarlo y aquellos que recibieron visados a través del programa de la Lotería de Diversidad, del año fiscal 2020".
Con las restricciones adoptadas el año pasado, el gobierno de EE.UU. esperaba salvaguardar algo más de medio millón de puestos de trabajo para ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, numerosos líderes empresariales expresaron su descontento, al considerar que una acción que restrinjía la entrada de trabajadores extranjeros sería contraproducente para la recuperación económica.
El decreto firmado por Trump en junio del año pasado congelaba la emisión de las visas:
- H-1B, para trabajadores de ocupaciones especiales.
- H-4, para cónyuges e hijos de personas con visado H-1B.
- H2B, para trabajadores estacionales no agricultores, con excepción de empleados en la industria alimentaria.
- J, para personas que participan en programas de intercambio en EE.UU., con excepción de profesores.
- L, para trabajadores temporales que son transferidos dentro de su empresa.
Asimismo, el presidente Biden revocó un decreto anterior de Trump, del pasado mes de abril, que suspendía de manera generalizada la concesión de permisos de residencia permanente, lo que llevó al presidente republicano a afirmar que había suspendido "la inmigración a EE.UU.
Desde que asumió la presidencia, el pasado 20 de enero, Joe Biden ha enarbolado su propuesta de reforma inmigratoria, con la que busca dar un trato "humano" a quienes llegan al país buscando una vida mejor y que ya ha sido enviada al Congreso.
A pesar de que ya ha adoptado diversas medidas que han sido aplaudidas por organizaciones sociales, la Administración Biden también ha recibido críticas por lo que podría suponer un efecto llamada en toda la región y por la reciente reapertura de centros para migrantes menores.