El gobierno de Estados Unidos anunció que California abrió este jueves el centro de convenciones de Long Beach para acoger a 150 menores no acompañados, en medio de críticas por la situación inmigratoria que ocurre en la frontera sur del país.
"Brindar a los niños no acompañados un lugar seguro y saludable es nuestra obligación tanto legal como moral", dijo Xavier Becerra, secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés).
La entrada de menores no acompañados por la frontera sur se disparó desde el mismo inicio de la Administración del presidente Joe Biden en enero pasado. El Gobierno informó a inicios de mes que está gastando al menos 60 millones de dólares semanales para brindar atención a unos 16.000 menores que han sido enviados a albergues o refugios operados por el HHS.
Según documento distribuido por el departamento de Salud, en el grupo de menores que se albergará en el centro de convenciones de Long Beach se encuentran niñas de 17 años de edad o menos, y varones de hasta 12 años.
El centro cuenta, asegura el comunicado, con una capacidad para 1.000 camas, y contempla la posibilidad de ofrecer aislamiento médico.
A su llegada al centro de convenciones, los menores recibirán un chequeo de salud, ropa, artículos de aseo personal y alimentos.
El HHS informó además que trabaja con su Oficina de Reasentamiento de Refugiados “para garantizar que los niños no pasen más tiempo del necesario en las instalaciones de la patrulla fronteriza”.
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