El crítico del Kremlin Alexey Navalny se encuentra recluido en un campo de prisioneros en la región rusa de Vladimir, al noreste de Moscú, conocida por su estricto control de los reclusos, según confirmó el lunes un mensaje publicado en la cuenta de Instagram del político opositor.
Se desconocía la ubicación exacta de Navalny después de que su equipo legal dijera la semana pasada que lo habían trasladado de la cercana cárcel de Kolchugino y que no les habían dicho a dónde lo llevaban.
El lunes, Navalny confirmó que estaba bien y que estaba detenido en la colonia penal correctiva IK-2 en la ciudad de Pokrov, a unos 100 kilómetros (60 millas) al este de Moscú.
"Hola a todos del 'Sector de control intensificado A'", dijo Navalny en un mensaje publicado en línea poco después de que sus abogados lo visitaran en las instalaciones.
"Tengo que admitir que el sistema penitenciario ruso ha logrado sorprenderme. Nunca imaginé que fuera posible construir un verdadero campo de concentración a 100 kilómetros de Moscú".
La publicación iba acompañada de una foto de Navalny sentado en un sofá con el pelo sumamente corto.
Navalny, de 44 años, uno de los críticos más destacados del presidente Vladimir Putin, fue encarcelado a principios de este año por violar la libertad condicional en una decisión que Occidente ha condenado por tener motivaciones políticas.
Debe cumplir una sentencia de dos años y medio y solo puede comunicarse con el mundo exterior a través de sus abogados.
La publicación de Instagram decía que las malas palabras estaban prohibidas en las instalaciones y que los compañeros de prisión la observan pues parecen tener mucho miedo de cometer cualquier infracción.
Dijo que él mismo no había visto ningún tipo de violencia en la prisión o sugerencia de ella, pero podía creer las historias que había escuchado sobre casos de violencia pasados.
"Hay cámaras de video en todas partes, vigilan a todos y hacen informes de las más mínimas infracciones. Creo que alguien de alto rango ha leído 1984 de Orwell", dijo.
Dijo que lo despertaban cada hora durante la noche porque lo habían considerado un riesgo de fuga.
"Pero si miras todo con humor, puedes vivir aquí. Así que, en general, todo está bien para mí", dijo.
Navalny regresó a Rusia en enero desde Alemania, donde se estaba recuperando de haber sido envenenado con lo que muchas naciones occidentales dijeron era un agente nervioso. El Kremlin ha negado estar involucrado en su enfermedad y cuestionó si fue envenenado.
Los países occidentales han pedido la liberación de Navalny, y Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sanciones contra los funcionarios rusos por el caso.