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Ex asistente de Pompeo cita su frustración con la política del Departamento de Estado


Michael McKinley, a la derecha, principal ayudante del Secretario de Estado Mike Pompeo, llega para una entrevista conjunta con comisiones de la Cámara de Representantes en el Capitolio en Washington, el miércoles. 16 de octubre de 2019 (AP Photo / Susan Walsh).
Michael McKinley, a la derecha, principal ayudante del Secretario de Estado Mike Pompeo, llega para una entrevista conjunta con comisiones de la Cámara de Representantes en el Capitolio en Washington, el miércoles. 16 de octubre de 2019 (AP Photo / Susan Walsh).

El ex asistente principal del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, declaró el miércoles ante investigadores del Congreso por un posible juicio político al presidente Donald Trump.

Michael McKinley dijo que su dimisión de la semana pasada se debió a la creciente frustración que sentía ante la politización del Departamento de Estado, y que la gota que colmó el vaso fue la destitución de la embajadora estadounidense en Ucrania por parte del presidente Trump.

Durante varias horas de testimonio en el Congreso, McKinley denunció la falta de voluntad de la agencia para proteger de la presión política a los diplomáticos de carrera como Yovanovitch.

Las declaraciones de McKinley, relatadas por personas familiarizadas con su testimonio a puerta cerrada ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, son las más recientes de una serie de relatos poco halagadores sobre las operaciones tras bambalinas, de la política exterior del país y las agencias de seguridad nacional.

McKinley se desempeñó como embajador de EE.UU. en cuatro países, y tuvo otras asignaciones globales antes de regresar a Washington como ayudante de Pompeo.

Su testimonio, junto con el de otros, ha ayudado a reforzar lo que dice un informante no identificado en la comunidad de inteligencia de EE.UU. sobre una llamada telefónica a fines de julio entre Trump y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy.

En la llamada, Trump le pidió al líder de Kiev "un favor": que Ucrania investigue a uno de los principales rivales demócratas de Trump, el ex vicepresidente Joe Biden, y los negocios de su hijo, Hunter Biden.

Los Biden han negado haber actuado mal, pero Hunter Biden, de 49 años, dijo esta semana que "cometió un error de juicio" al aceptar servir en el directorio de una compañía de energía ucraniana, porque se había convertido en un inconveniente político para su padre.

Trump describió la llamada con Zelenskiy como "perfecta" y negó haber actuado mal.

Yovanovitch testificó la semana pasada que Trump la despidió por "reclamos infundados y falsos", luego de que el abogado personal del presidente, el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani, atacara su trabajo en Kiev.

Según un recuento aproximado de la conversación de julio, proporcionada por la Casa Blanca, Trump le dijo a Zelenskiy que la ex embajadora de Estados Unidos era “una mala noticia” y las personas con las que estaba tratando en Ucrania eran “malas noticias” y agregó: “yo solo quería hacerle saber eso”.

La conversación se habría tornado hacia los Bidens: “La otra cosa, se habla mucho sobre el hijo de Biden, y que Biden [padre] detuvo el enjuiciamiento y mucha gente quiere averiguar sobre eso, así que cualquier cosa que pueda hacer con el fiscal general sería genial. Biden se jactó de haber detenido la acusación, así que si puedes verlo... eso me parece horrible".

Trump continuó el miércoles atacando las audiencias de juicio político contra él.

En Twitter, sostuvo, "los republicanos están totalmente privados de sus derechos en esta cacería de Brujas de Acusación".

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