Donald Trump y Joe Biden están inmersos en la campaña de las próximas elecciones presidenciales. Unos comicios que van a ser excepcionales e históricos, principalmente porque se van a desarrollar, muy probablemente, con la pandemia del coronavirus causando grandes estragos en la sociedad.
Los departamentos de elecciones de los diferentes estados ya están haciendo todos los preparativos para cumplir con las medidas sanitarias y evitar, por encima de todo, que esos lugares no se conviertan en focos de infección por el coronavirus.
El Departamento de Elecciones del Condado de Miami-Dade ya ha empezado con los ensayos para poner a prueba los protocolos diseñados para que la gente pueda ir a votar con todas las garantías de seguridad y sin miedo a un posible contagio.
Suzy Trutié, supervisora de elecciones de este condado del sur de la Florida, confirmó a la Voz de América que el departamento al que ella pertenece “está tomando todas las medidas” para que se pueda votar presencialmente de una forma segura ante un escenario tan atípico como el de la pandemia.
“El Departamento de Elecciones ha tomado muchas medidas para proteger a los votantes que van a votar en persona este año en medio de la pandemia que estamos experimentando”, respondió Trutié a la VOA.
Con todo, recordó que cualquier persona que entre en un recinto electoral va a tener que someterse a una normativa específica, algo que ocurrirá también en el resto de la nación, al tiempo que los casos de coronavirus siguen subiendo en estados como Florida, California o Texas.
“Todo el mundo que entre en un recinto va a tener que llevar una máscara facial, los trabajadores electorales también van a llevar una, van a tener desinfectantes y van a estar limpiando la maquinaria de forma frecuente”, agregó.
Muchos expertos y funcionarios de salud llevan alertando a la población de los peligros que se exponen aquellas personas que están en lugares con gran flujo de personas, como un restaurante, un gimnasio o un supermercado. En estos sitios, la probabilidad de contagio, según dicen, crece de forma exponencial por la cantidad de gente que pasa por ahí.
Los centros de votación también formarían parte de esta categoría ya que se espera que cientos de personas puedan pasar en algún momento del día para ejercer su derecho al voto.
Emilia Ceballos, una cubana residente en Miami desde hace más de 20 años, asegura que la pandemia no le ha quitado las ganas de ir a votar presencialmente en noviembre para escoger al presidente de Estados Unidos.
“No tengo miedo porque siempre ando protegida con el tapabocas, no hay que tener miedo, sino que hay que protegerse”, manifestó la mujer al tiempo que admitió que tiene conciencia de la situación con el coronavirus y, desde hace varios meses, sale a la calle “siempre con mascarilla”.
Domingo Cruz, otro cubano residente en el sur de la Florida, señaló que tampoco tiene ningún temor a un centro de votación, por lo que seguirá utilizando este método, a pesar de que la legislación vigente permite a los ciudadanos con derecho a voto poder hacerlo a través del correo, lo que disminuye por completo las posibilidades de contagio.
“Pienso ir a votar porque ese es el derecho que me da la Constitución, iré ahí personalmente a votar y me cuidaré, por supuesto. Me trataré de cuidar para no enfermarme”, afirmó.
Las imágenes de largas colas de gente esperando para entrar en los lugares de votación también es algo habitual en una jornada electoral. Este año, sin embargo, las filas podrían ser mucho más largas si tenemos en cuenta que se ha de respetar la distancia social de casi 2 metros como medida de prevención.
“Lo primero que van a ver los votantes son las etiquetas en el suelo y ahí marcará la distancia de seis pies (casi 2 metros), cuando el votante entre en el recinto verá que los trabajadores van a tener sus mascarillas, van a tener sus guantes, van a tener desinfectantes y van a estar limpiando los cubículos privados y las máquinas de tabulación de forma continuada”, explicó Trutié sobre los protocolos implementados.
La portavoz del Departamento de Elecciones admitió que, según las previsiones de su oficina, se espera que mucha gente opte por votar por correo en vez de hacerlo presencialmente. Es un método reconocido por la ley, aunque los votantes deben registrarse con anterioridad sin van a utilizar esa opción.
Es una forma de minimizar al máximo las posibilidades de contagio, algo esencial en una época como esta, donde cualquier prevención es poca ante una amenaza como el coronavirus.