La Casa Blanca defendió este jueves su política migratoria argumentando que usa “las herramientas” disponibles para garantizar una inmigración ordenada y segura. Sin embargo, expertos en el tema consideran que la administración demócrata puede hacer más por “facilitar la migración de trabajadores necesitados”.
“Lo que estamos haciendo, el Departamento de Seguridad Nacional, el presidente [Joe Biden], es usar las herramientas que tenemos para abordar este problema”, dijo hoy la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en intercambio con reporteros.
La portavoz presidencial respondió a cuestionamientos contra el actual gobierno demócrata por usar mecanismos de regulación migratorios similares a los de su predecesor, el republicano Donald Trump, como el Título 42 o la expulsión de migrantes a México.
El pasado 5 de enero Biden anunció la ampliación del parole humanitario para inmigrantes originarios de Nicaragua, Haití y Cuba, algo que ya había establecido meses atrás para los ciudadanos venezolanos.
El programa ha sido implementado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y otorga hasta 30.000 visas de residencia temporal cada mes para estos países.
“Ese programa, ha tenido mucho éxito, ha reducido la migración ilegal en un 97 %”, esgrimió Jean-Pierre.
Soluciones a nivel ejecutivo
Estados Unidos alcanzó en enero su tasa de desempleo más baja en los últimos 57 años con un 3,4 % y la creación de 517.000 nuevos puestos laborales, según estadísticas del Departamento de Trabajo .
Sin embargo, el Instituto de Política Migratoria (MPI) ha destacado que aún existe necesidad de mano de obra y considera que la Administración Biden podría buscar paliar esta falta mediante la emisión de nuevos visados, lo cual es algo que podría resolver el propio Ejecutivo sin necesidad de contar con la aprobación del Congreso, donde cualquier acuerdo en materia migratoria se antoja complicado en estos momentos.
“Hay una variedad de acciones más allá de las ya avanzadas que el poder Ejecutivo podría tomar según la ley actual para facilitar la migración de los trabajadores necesarios, retener a los inmigrantes que ya forman parte de la fuerza laboral de EEUU y aliviar los desafíos que enfrentan los empleadores estadounidenses y sus trabajadores nacidos en el extranjero”, detalla el MPI.
Entre las veintiuna medidas, el centro de estudios propone agilizar la tramitación de solicitudes de visado para trabajadores extranjeros usando las herramientas en línea, “ampliar las opciones de renovación de visas” y conceder permisos de trabajo a más cónyuges de los trabajadores temporales, entre otros.
Precisamente en octubre pasado, coincidiendo con el inicio del año fiscal 2022-2023, el Departamento de Estado anunció su compromiso de otorgar 64.716 visas adicionales para empleadores que necesitan de trabajadores temporales no agrícolas (las formas H-2B), además de las 66.000 H-2B –para trabajadores agrícolas- que usualmente se ofrecen en cada año fiscal.
Estancados en el Congreso
El aumento de la migración irregular en cifras históricas a través de la frontera sur de EEUU con México, ha supuesto un difícil escollo para la Administración Biden, con críticas de los opositores republicanos acusándole de mantener una política de “fronteras abiertas” y, con ello, de poner en peligro la seguridad nacional.
La Casa Blanca ha rechazado haber debilitado el sistema migratorio, y a su vez acusa a los republicanos en el Congreso de entorpecer los planes de Biden de aplicar una reforma migratoria integral, negándole con ello el presupuesto financiero solicitado.
“En su primer día [20 de enero de 2021] el presidente proporcionó una propuesta de reforma migratoria integral, la presentó el primer día, los republicanos la rechazaron”, zanjó la portavoz de la Casa Blanca.
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