Unas 250.000 personas viven con problemas de salud mental en la ciudad de Nueva York que van desde esquizofrenia, desórdenes bipolares y depresión. Y al menos un 40 % de ellos no recibe tratamiento. La cantidad de personas con padecimientos mentales se ha incrementado en un 60 por ciento durante la última década, es por ello que la ciudad está invirtiendo 20 millones de dólares en la iniciativa ‘Cuidado, Comunidad y acción’,
“Verán una variedad de servicios sociales, de apoyo, atención de salud mental, tratamiento con asistencia de medicamentos, atención primaria, necesidades básicas como alimentos, ropa y lavandería. Los centros de ayuda no funcionan hasta que esas cosas sirven de apoyo. Parte del objetivo aquí es invertir en nuestros 14 proveedores de servicios de jeringas para ponerlos al día e incluso poder considerar abrir más centros de ayuda”, Dice el Doctor Ashwin Vasan, Comisionado del Departamento de salud de la ciudad de Nueva York.
El plan incluye también telesalud para los adolescentes, tratamientos móviles con profesionales en lugar de policías y pretende reducir las muertes por sobredosis en un 15 por ciento para 2025. Esta fue la causa de muerte de 2.700 neoyorquinos en 2021. El abuso de drogas está conectado con los problemas mentales, y la expectativa de vida en Nueva York ha declinado desde 2019 a una velocidad más rápida que en el resto del país. Uno de cada 3 adolescentes ha pensado en suicidarse, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
“Le doy la bienvenida al programa del alcalde por querer aumentar el acceso a la salud mental de la comunidad, él habla de abrir clubes para personas con problemas mentales, esa una buena idea. Pero también necesitamos más atención médica a largo plazo. Creo que necesitamos formar más profesionales de la salud mental, porque tenemos escasez de siquiatras, sicólogos y trabajadores sociales y enfermeras psiquiátricas entre otros en este país”, comenta James Gilligan, Siquiatra y profesor de la Universidad de Nueva York.
La pandemia también agravó este crisis, ya que dejó a más de 8 mil niños huérfanos de uno de sus padres y los signos de problemas mentales han comenzado a mostrarse en personas tan jóvenes como los 11 años, según estadísticas del Departamento de Salud.
