En un discurso cargado de simbolismo por su ubicación geográfica, en Finlandia, el secretario de Estado Antony Blinken catalogó como “fracasos estratégicos” los muchos que ha sufrido Rusia desde que lanzó una invasión a gran escala a Ucrania. Algo que, según el jefe de la diplomacia estadounidense, unió más a Occidente.
Uno de ellos, explicó, fue justo la decisión de Finlandia de romper con décadas de neutralidad y entrar en la alianza de la OTAN, un duro golpe para Vladimir Putin:
Antony Blinken dijo:
“Un ejemplo de fracaso. Incluso cuando Moscú inflige daños devastadores, indiscriminados e injustificados en Ucrania y contra los ucranianos. Se estima que Rusia ha sufrido más de 100.000 bajas solo en los últimos seis meses, mientras Putin envía oleada tras oleada de rusos a una picadora de carne creada por él mismo”.
Blinken aseguró que a Estados Unidos y Ucrania les gustaría ver el fin de la guerra, pero advirtió que Putin parece tener poco interés en negociar una conclusión del conflicto. Según el secretario de Estado estadounidense, cualquier alto al fuego, sin un acuerdo de paz, sería solo un beneficio militar para Moscú.
El Kremlin no respondió directamente a las palabras del Blinken, pero su vocero dijo que no hay los pre-requisitos para entablar un diálogo de paz por ahora. Esto, a pesar de las varias aperturas de Occidente.
Dmitry Peskov, vocero del Kremlin, dijo: “Cada vez vemos más, -aunque hasta ahora abstractos-, argumentos sobre algún tipo de proceso de paz. Aunque en esos argumentos no hay voluntad política para que sean tomados en cuenta, para nosotros, los objetivos y preocupaciones de nuestro país, son una prioridad absoluta”.
Con estos pronunciamientos Blinken cerró una semana de gira por Finlandia, Noruega y Suecia, destinada a fortalecer la resolución del apoyo occidental a Ucrania y discutir la admisión de Kiev en la OTAN.