Docenas de migrantes fueron rescatados de forma dramática por Italia cuando zozobraban en el mar o se aferraban a un arrecife rocoso el domingo, después que tres embarcaciones lanzadas por contrabandistas desde el norte de África naufragaran en aguas agitadas en incidentes separados durante el fin de semana. Los sobrevivientes señalaron que unos 30 migrantes desaparecieron de las embarcaciones volcadas.
En un operativo particularmente arriesgado, dos helicópteros lucharon contra fuertes vientos para poner a salvo, uno a uno, a los inmigrantes, entre ellos un niño y dos mujeres embarazadas, que llevaban casi dos días varados en un escarpado y rocoso arrecife de la pequeña isla de Lampedusa. Los bomberos indicaron que todos los inmigrantes, que se habían aferrado a las rocas luego que su embarcación chocara contra el arrecife durante la noche del viernes, habían sido salvados.
Durante años, los migrantes han subido a embarcaciones de contrabandistas no aptas para navegar a fin de realizar la arriesgada travesía del mar Mediterráneo e intentar llegar a las costas del sur de Europa, con la esperanza de que se les conceda asilo o de encontrar familia o trabajo, especialmente en los países del norte de Europa.
En total, los 34 inmigrantes que llevaban dos noches varados en el arrecife fueron rescatados, aseveró Federico Catania, un portavoz del grupo de rescate alpino cuyos expertos fueron bajados desde un helicóptero de la fuerza aérea italiana que sobrevolaba el arrecife.
Los migrantes, algunos vistiendo pantalones cortos y chanclas, se aferraron a sus rescatistas cuando eran subidos al helicóptero. Un helicóptero de los bomberos también realizó algunos de los rescates.
Las dos mujeres, una de ellas en una etapa avanzada de embarazo, fueron examinadas por personal médico, dijo Maria Ylenia Di Paola, enfermera en Lampedusa. Ella dijo a la televisión estatal italiana que las mujeres se hallaban deshidratadas y con frío, “pero sobre todo reciben atención psicológica”.
La operación del helicóptero se puso en marcha después que los guardacostas determinaran que el mar embravecido haría imposible que las embarcaciones de rescate se acercaran con seguridad a las escarpadas rocas. Un día antes, los rescatistas italianos desde los helicópteros habían arrojado comida, agua y mantas térmicas a los migrantes en el arrecife.
Mientras tanto, los sobrevivientes de dos embarcaciones que volcaron el sábado a unos 42,5 kilómetros (23 millas náuticas) al suroeste de Lampedusa dijeron a los rescatistas que unos 30 compañeros migrantes estaban desaparecidos. La Guardia Costera informó que en dos operaciones había salvado a 57 inmigrantes y recuperado los cadáveres de un niño y una mujer.
Los guardacostas bajaron una escalera de cuerda ancha y ayudaron a subir a los migrantes a su embarcación de rescate, sacudida por olas azotadas por el viento. Al menos un buzo de los guardacostas saltó al mar para ayudar a guiar una balsa, lanzada al Mediterráneo por los rescatistas, para que los supervivientes pudieran asirse a ella mientras era arrastrada hacia la embarcación, según los detalles obtenidos de un vídeo de los guardacostas sobre el rescate.
Antes de que se recuperaran los dos cadáveres el sábado, se sabía que un total de 1.814 migrantes habían perecido en 2023 cuando intentaban cruzar el Mediterráneo hacia Italia en embarcaciones botadas desde Túnez o Libia, según Flavio Di Giacomo, portavoz de la OIM, la agencia de la ONU para las migraciones.
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