El prolongado apagón que afecta a las conexiones telefónicas y de internet agravaba la miseria en la sitiada Franja de Gaza, donde una agencia de Naciones Unidas afirmó que este sábado los niveles de hambre se dispararon en los últimos días.
Las líneas telefónicas y de internet se cortaron el jueves en la noche y seguían siendo inaccesibles durante el sábado en la mañana, de acuerdo con NetBlocks.org, un grupo que defiende el acceso a internet. Esto obstaculiza el reparto de ayuda y las labores de rescate mientras la guerra entre Israel y Hamás, el grupo insurgente que gobierna el territorio palestino, entraba en su 11ª semana.
El apagón es el más largo en los más de dos meses de guerra, afirmó el director de NetBlocks.org, Alp Toker. La agencia de asuntos humanitarios de la ONU apuntó que las comunicaciones con Gaza estaban “severamente interrumpidas” debido a los daños en las líneas de telecomunicaciones en el sur.
“No puedo insistir lo suficiente en las nefastas consecuencias de este apagón en las comunicaciones para nuestra capacidad de proporcionar ayuda humanitaria esencial”, dijo Fikr Shalltoot, directora del grupo Medical Aid for Palestinians en Gaza, a The Associated Press desde Egipto. “No podemos comunicarnos con nuestros socios para prestar servicios sanitarios vitales. Ni siquiera podemos comunicarnos con nuestros compañeros, muchos de los cuales se han visto desplazados y han perdido a seres queridos”.
La ofensiva israelí, provocada por un ataque sin precedentes de Hamás sobre el sur de su territorio, ha arrasado gran parte del norte de la Franja y llevó al 85% de sus 2,3 millones de residentes a abandonar sus hogares. Los desplazados se hacinan en refugios, principalmente en el sur, en medio de una creciente crisis humanitaria.
En su ataque del 7 de octubre, los insurgentes de Hamás mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y capturaron a más de 240 rehenes.
El viernes, soldados israelíes dispararon y mataron a tres rehenes israelíes tras identificarlos erróneamente en la zona de Shijaiyah, en la Ciudad de Gaza, donde en los últimos días han librado intensos combates con los insurgentes de Hamás.
Cientos de manifestantes bloquearon la principal autopista de Tel Aviv el viernes en la noche en una manifestación espontánea para pedir al vuelta de los rehenes. La situación de los cautivos ha dominado el discurso público en Israel desde la incursión de Hamás y sus familias han liderado una potente campaña pública para pedir al gobierno que haga más para su regreso.
Es probable que la ira por el asesinato de los tres jóvenes de 20 años aumente la presión sobre el gobierno israelí para reanudar las negociaciones con Hamás, mediadas por Qatar, para nuevos canjes de rehenes por palestinos presos en Israel.
Los líderes políticos y militares del país suelen decir que la liberación de todos los rehenes es su principal objetivo en la guerra, junto a la destrucción de Hamás. Pero sostienen que su puesta en libertad solo puede lograrse mediante la presión militar sobre el grupo insurgente, una afirmación que ha dividido a la opinión pública.
Residentes en el norte de Gaza reportaron informaron de bombardeos y tiroteos durante la noche del viernes y la madrugada del sábado en la devastada Ciudad de Gaza y en Jabaliya, un campo de refugiados urbano próximo.
“Fue un bombardeo violento”, explicó Asad Abu Taha por teléfono desde el vecindario de Shijaiyah, añadiendo que mantener el contacto con la gente era complicado debido a los cortes en las telecomunicaciones. “No sabemos qué está ocurriendo”.
Otra residente, Hamza Abu Seada, informó de intensos ataques aéreos sobre Jabaliya, con el incesante sonido de explosiones y disparos.
Un reportero de The Associated Press en el sur del enclave reportó ataques aéreos y bombardeos desde tanques en las ciudades de Jan Yunis y Rafah durante la noche.
Con apenas un goteo de ayuda humanitaria llegando al enclave y su distribución suspendida por los combates, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU reportó que el número de hogares desplazados que experimentan niveles graves de hambre pasó del 38% al 56% en menos de dos semanas. En el norte, a donde no llega la ayuda, “se espera que los hogares (...) sufran una situación catastrófica”, de acuerdo con el PMA.
La ofensiva aérea y terrestre israelí ha matado a más de 18.700 palestinos, dijo el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, el jueves, antes del corte en las comunicaciones. Además, hay miles de desaparecidos que se teme que puedan estar muertos atrapados entre los escombros.
El ministerio gazatí no diferencia entre víctimas civiles y combatientes. En su último conteo, no especificó el porcentaje de mujeres y menores, que se ha situado de forma consistente en dos tercios del total.
Las fuerzas israelíes mataron el viernes a un periodista palestino e hirieron a otro en Jan Yunis. Los dos trabajadores de la televisora Al Jazeera estaban en una escuela que había sido alcanzada por un ataque aéreo previo cuando un dron lanzó un segundo ataque, explicó la cadena.
Docenas de personas asistieron a una oración por Samer Abu Daqqa frente al hospital Nasser de la ciudad, de acuerdo con la televisión qatarí. El Comité para la Protección de los Periodistas dijo que el cámara era el 64to reportero muerto desde el inicio del conflicto.
Jan Yunis ha sido el principal objetivo de la campaña terrestre israelí en el sur de la Franja.
Respondiendo a las acusaciones de ataques deliberados contra reporteros, el ejército israelí dijo que “toma todas las medidas posibles operativamente para proteger tanto a civiles como a periodistas. Las (Fuerzas de Defensa de Israel) nunca han atacado ni atacarán a periodistas de forma intencionada”.
Estados Unidos, el principal aliado de Israel, ha mostrado su malestar por la incapacidad del ejército de reducir el número de víctimas civiles y por sus planes para el futuro de Gaza, pero Washington sigue ofreciendo su respaldo incondicional a Israel con envíos de armas y apoyo diplomático.
En sus reuniones con líderes israelíes el jueves y el viernes, el asesor estadounidense de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, discutió un calendario para reducir la fase de intensos combates. Se espera que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, visite Israel pronto para abordar el asunto.
La Casa Blanca presionó a Israel para que permita la entrada de más ayuda a Gaza y el gobierno dijo que abrirá un segundo paso para acelerar el reparto.
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