Según Robert Benson, analista de seguridad en el Centro de Estudios American Progress, el apoyo de Corea del Norte a Rusia, con armas y con miles de soldados en la región de Kursk, constituye una grave preocupación para la Casa Blanca y la OTAN. El experto sostiene además que la victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses también influyó en el cambio de postura.
El fin de semana, el designado de Trump para ocupar el puesto de asesor de Seguridad Nacional, Michael Waltz, dijo que el próximo mandatario estadounidense está “increíblemente preocupado” por el uso cada vez mayor de diferentes tipos de armamento en la guerra de casi tres años entre Rusia y Ucrania, en alusión de permitir que Ucrania además use minas terrestres antipersonales para tratar de detener los avances de las tropas terrestres de Rusia ha convertido la lucha en el este de Ucrania en algo parecido a una “guerra de trincheras de la Primera Guerra Mundial”.
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