El éxito de la recuperación económica adaptada a la COVID-19 en América Latina dependerá de que se empiece a pensar más como “una región con muchos migrantes y economías nacionales interrelacionadas”, expone un informe del Programa Latinoamericano del Wilson Center.
“El informe de la CEPAL de octubre de 2020 sostiene que, con el comercio mundial estancado, la región debe enfatizar la integración regional, haciendo logística, comercio y transporte más eficiente para que los latinoamericanos compren más de sus vecinos”, subraya el texto.
Además, destaca que si la región “no quiere ver una expansión masiva del ineficiente sector informal, tendrá que pensar más en las inversiones en empleo e infraestructura para apoyar la recuperación y estimular la demanda de bienes locales”.
El texto también sustenta que será necesario apoyo internacional para desarrollar programas sociales y económicos para la recuperación del COVID-19, “que incorporen a migrantes venezolanos”.
La publicación titulada “Migrantes venezolanos bajo COVID-19: Manejo de la pandemia de América del Sur en medio de una crisis migratoria”, hace una revisión de la forma en que Colombia, Perú, Ecuador, Brasil, Chile y Argentina, los seis principales países receptores del flujo migratorio venezolano, han abordado la situación en medio de las limitaciones.
En cuanto a la asistencia a migrantes venezolanos bajo la pandemia, el informe revela que “sólo Brasil proporcionó transferencia de efectivo condicional y otros seguros sociales sin tomar en cuenta el status migratorio”.
“Colombia, Argentina y Chile proporcionaron ayuda en efectivo, pero solo a un subgrupo de migrantes que fueron fácilmente identificados a través de un registro existente”.
En el caso de Ecuador y Perú, los no nacionales “no son elegibles” para obtener asistencia en efectivo.
En este sentido, el reporte destaca que Brasil fue el único país de la región que, durante la pandemia otorgó beneficios sociales a los migrantes, pero puntualiza que en comparación con sus países vecinos, particularmente con Colombia, Brasil tiene una población migrante mucho más pequeña.
Debilidades de infraestructura
Sobre los esfuerzos para brindar atención sanitaria a este sector vulnerable, la publicación señala que, en general, “la pandemia ha revelado debilidades en la infraestructura y los servicios de salud en todos los países de la región, algo que afecta tanto a las poblaciones nacionales dependientes de los servicios públicos como a las grandes poblaciones de migrantes venezolanos”.
Durante los siete primeros meses de la pandemia, la migración venezolana se mantuvo relativamente estable, de acuerdo con datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que recomienda usarlos “cautelosa y particularmente para evaluar tendencias generales”, ante el reto que ha significado la recopilación.
“La migración de retorno a Venezuela o los movimientos entre países latinoamericanos no están en una escala que afecte las macro dimensiones y la distribución de los migrantes venezolanos en la región”, apunta el texto.
La publicación acentúa que Colombia “sigue siendo el país que más ha recibido migrantes, y los migrantes retornados constituyen el 0,9 por ciento de los 1,8 millones que están en el país”.
“Argentina y Chile reportaron un incremento en el número de migrantes venezolanos durante la pandemia. Las cifras oficiales de migrantes en Perú y Ecuador parecen estar disminuyendo, aunque muchos creen que puede haber un subregistro de migrantes en ambos países”, continúa.
Reitera que en marzo del 2020, prácticamente todos los países latinoamericanos que reciben migrantes venezolanos, excepto México, anunciaron una suspensión temporal de tramites de visa, lo que en la práctica amplió el derecho legal de permanencia hasta que se reanudaran los tramites.
Sin embargo, el proceso ha sido “más lento de lo esperado” ante el avance del coronavirus en la región.
De acuerdo con estimaciones de Naciones Unidas, al cierre de 2020 el flujo migratorio venezolano alcanzará los 6,5 millones de personas en todo el mundo, de los cuales 5,5 millones están en Latinoamérica.