Cuatro médicos fueron baleados el jueves en una playa de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, de los cuales tres fallecieron, en lo que se cree fue una ejecución por motivos políticos.
Las imágenes de las cámaras de seguridad obtenidas por el periódico local O Globo mostraban a un grupo de personas armadas vestidas de negro saliendo de un auto y corriendo mientras abrían fuego hacia la mesa de los hombres junto a la playa en el barrio de Barra da Tijuca.
Medios locales informaron que los hombres se encontraban en la ciudad procedentes de Sao Paulo para asistir a un congreso internacional de ortopedia y que entre los muertos se encontraba el hermano de la diputada federal Sâmia Bomfim. Un cuarto médico resultó herido y fue trasladado a un hospital, según un comunicado de la policía militar de Río de Janeiro.
El ministro de Justicia brasileño, Flávio Dino, dijo que estaba encargando a la Policía Federal que se uniera a la investigación ante la hipótesis de que podría estar ligado a las actividades de la legisladora federal. Bomfim está casada con otro legislador, Glauber Braga.
“Después de estos pasos iniciales inmediatos, analizaremos jurídicamente el caso. Mi solidaridad con la congresista Sâmia, el congresista Glauber y sus familias”, publicó Dino en X, anteriormente conocido como Twitter.
Bomfim y Braga pertenecen al mismo partido de izquierda que la exconcejala de Río de Janeiro, Marielle Franco, que fue asesinada en 2018. Cinco años después, ese caso sigue sin resolverse, y Dino dijo en julio que parece que su asesinato está vinculado a las milicias y al crimen organizado que controlan vastas franjas de la ciudad.
Barra da Tijuca es un extenso barrio junto a la playa conocido por sus apartamentos de gran altura, al sur de las playas más conocidas de Leblon e Ipanema.
El quiosco donde los hombres fueron asesinados está enfrente de su hotel. Habían pagado la cuenta y se disponían a marcharse antes que llegaran los agresores, según informó O Globo.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó en X “gran tristeza e indignación por la noticia de la ejecución”.
