El presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, alertó que la recuperación económica tan añorada por muchos países, una meta de por sí difícil, encara un nuevo y gran desafío.
En una entrevista con el periódico australiano The Weekend, el alto ejecutivo del BM afirmó que en las últimas dos semanas la economía mundial ha entrado en lo que calificó de “una nueva y más peligrosa fase”.
"Estamos en los inicios de una tormenta nueva y diferente, no es la misma que en 2008", señaló.
Zoellick atribuyó la mayor parte de la culpa a los problemas de la deuda soberana en Europa, y urgió a los líderes de esos países a hacerle frente a la crisis con mayor urgencia.
No obstante, admitió que es poco lo que las autoridades financieras de las naciones del viejo continente pueden hacer con sus políticas monetarias para aligerar la presión.
También dijo que le preocupa que los recientes disturbios en el Reino Unido pudieran disuadir al gobierno a no seguir adelante con las medidas de austeridad que anunció.
Señaló que ahora no sucede lo mismo que en 2008, cuando estalló la crisis financiera, y del “lado positivo” la gente ha saldado sus deudas y no existe la misma situación de repentina conmoción que en 2009.
Sin embargo, por otro lado, “la mayoría de los países desarrollados han agotado su margen fiscal –dijo– y sus políticas monetarias no pueden ser más flexibles".
Zoellick apuntó que el mundo ha estado inmerso en "rediseñar el sistema financiero internacional” y el poder se movió rápidamente a naciones en desarrollo de más veloz crecimiento como China, India, Brasil, y del sudeste de Asia.